Una vez se inició la cuarentena el párroco cerró las puertas de la iglesia de Palmira a los feligreses, no sin antes colocar un cartel donde exponía las razones por las cuales permanecerá cerrada, escrito que permite mantener a los católicos informados.
En varias oportunidades el padre Nerio Ramírez, ha tomado el micrófono y a través de las cornetas ubicadas en una de las torres de la iglesia multiplica el mensaje, donde exhorta al pueblo a cuidarse del coronavirus y a la gente que está sentada en los bancos de la plaza le invita a guardarse en su casa para garantizar que el coronavirus no se propague.
También programó abrir el templo todos los días de 3:30 a 4:30 de la tarde a fin de que las personas que quieran visitar y conversar con el Santísimo puedan hacerlo, pero siempre cumpliendo las normas de prevención, entre ellas mantener una distancia de un metro entre una y otra persona.
Este jueves, cerca de las dos de la tarde, los frailes mercedarios, del seminario San Pedro Nolasco impartieron la bendición con el santísimo recorriendo las principales calles del municipio Guásimos.
El acto religioso estuvo presidido por los frailes José Leonardo Sánchez y Juan Duque.
Nancy Porras