Sexagenario lesionado al derrapar su moto a escasos metros del peaje de la frontera
8 de mayo de 2024
Freddy Omar Durán
Dora Cote, residente de la urbanización Santa Rosa, en La Concordia, considera que los malos olores provenientes de una empresa alimenticia cercana a su vivienda se le hacen insoportables, y ha adelantado gestiones para que las autoridades ambientales nacionales, regionales y municipales atiendan su caso.
Vive sola con sus mascotas en su casa, que no quiere abandonar por nada del mundo, por no tener a dónde mudarse, pero en la cual ella siente ya no puede habitar por esa situación. Por todas las ventanas del inmueble hay trapos de todo tipo, y en su habitación los ventiladores permanecen encendidos; pero ni aún así ella considera se bloquea un riesgo para su salud.
“Ese olor fuertísimo que entra en mi casa es tal, que a veces me he tenido que salir para dormir en el carro a las dos de la mañana. He sido una persona sana, pero no sé si con este humo se me haya afectado la salud. No puedo soportarlo ni con tapabocas, y más fuerte se pone en la noche”.
Ya puso la respectiva denuncia, el 2 de abril, ante el Ministerio del Ambiente, pero sigue esperando por la pronta respuesta, que es el organismo más competente en casos donde se vulnera el ambiente, como el hábitat humano, por elementos contaminantes.
En sus 40 años de residir en esa vivienda nunca había vivido una situación tal, porque su conducta con los vecinos ha sido “intachable”. Siente que es injusto que sea obligada a venderla y retirarse a otro lugar por ese problema.
Tan mala como este agente físico, la han hecho sentir los tratos de las personas involucradas en el asunto, y denuncia que ha sido objeto de insultos y amenazas. Se puso en contacto con funcionarios de la alcaldía capitalina que se acercaron a ella para enterarse de la situación, y luego la atenderían en el despacho municipal, a los cuales agradeció su trato cordial.
— Yo he tenido que lavar mi ropa y tendidos a cada rato. Mi primo que es abogado advirtió a los responsables que tomaran los correctivos, teniendo en cuenta que se trata de una zona residencial ¿Es lógico vivir así? Los funcionarios vinieron a hacer una inspección a mi casa y no a donde salen los malos olores ¿No da risa? Y cuando estaban allí, los vecinos decían con sorna: “Abrácenla, denle cariño”. El veterinario me pidió que tuviera cuidado con mis mascotas— denunció Cote.
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