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Regional
Medicinas: muy caras, no se consiguen o las cobran en efectivo
6 de marzo de 2018
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Desesperadas, llenas de impotencia y otras resignadas, están las personas que deben cumplir un tratamiento médico, bien sea para estabilizar su patología crónica (hipertensión, diabetes, reumatismo) o curar determinado cuadro clínico que en muchas oportunidades afecta el organismo, pues deambulan entre tres escenarios para adquirir los medicamentos: muy caros, no los consiguen o la más novedosa opción, pagar en efectivo.
María Villamizar, quien trabaja en un centro médico de atención especializada, precisó que no sabe que hacer: “fui a comprar la pastilla (Dilatrend 12.5 mg) para la hipertensión y me pidieron 2 millones 300 mil por 14 pastillas; la opción que me queda es ir donde la doctora, para que me cambie la medicina”.
“Lo peor es que entré a una de las farmacias cercanas al Hospital Central y me dijeron que sí las tenían, pero debía pagar 2 millones 300 mil bolívares, y en efectivo. Eso nos está afectando a todos. “Estoy pensando, porque debo comprar el Diovan de 80 y si está más caro, no podré cumplir con el tratamiento”.
“Yo tomo Enalapril de 10 mg para la tensión, pero no se consigue; menos más que solo el médico me mandó esta medicina, porque si no, imagínese”, contó una señora, quien aprovecha que su trabajo es en la calle para preguntar en cada farmacia que encuentra por su medicamento para controlar la tensión.
“Tengo más de un mes que no lo consigo y, para tranquilizarme un poco, como ajo. Esa pastilla se toma una vez al día; la última caja que encontré me costó 83.000 bolívares, a veces llega de 20 mg, entonces, la parto por la mitad y me alcanza para dos días”.
“También ocurre que me encuentro con otro fármaco de otro laboratorio, pero es la misma medicina, quizá es el genérico, y busco la forma de comprarlo”, agregó.
En estos momentos no tiene el medicamento, hace ocho días que no lo toma, está esperando cobrar para comprarlo, aunque la quincena no le alcanza; se desanima porque está segura de que cuando lo vaya a comprar ya habrá aumentado de precio.
“El Enalapril de 20 mg, por 30 tabletas, sale en 207 mil 450 bolívares, y el de 10 mg y 10 tabletas, vale 417 mil bolívares, pero ese tiene otros componentes”, le respondió una asistente de farmacia a un señor que consultaba los precios, que de inmediato respondió casi arrebatándole el récipe de las manos y en voz alta diciendo: “aquí no queda otra cosa sino morirnos, porque las medicinas están muy caras”.
No es posible que un inhalador (Salbutamol) tenga un precio de más de 700 mil bolívares, este es un medicamento indispensable cuando los niños tienen problemas respiratorios; no sé qué voy hacer”, dijo una madre que tenía a su hijo de cinco años en Emergencia Pediátrica del Hospital Central.
La hija de una paciente de 85 años precisó que los medicamentos para controlar la diabetes están sumamente costosos: “Pregunté por el Glidán y me pidieron más de 700 mil bolívares, hace dos meses pagué 220 mil bolívares; igual el Losartán potásico, que es para la tensión, está cada día más caro, en las farmacias dicen que es más costoso porque lo traen de Colombia”.
“Mi suegra toma medicamentos para la tensión, eso es un realero. Si no los toma tiene sus altas y bajas, es obligatorio cumplir el tratamiento. Aquí todos hacemos el esfuerzo, menos mal que la hija menor está en Chile, le envía la remesa y cuadra con lo que tiene aquí y compra la medicina en Colombia, porque en este país casi no se consigue, y cuando se encuentra, entonces vale mucho dinero; prefiere esperar a que su hija le deposite y lo trae de Cúcuta”, contó un señor que compraba Atamel en una farmacia, precio que también lo impresionó, pues le pidieron cerca de 500 mil bolívares.
Otros medicamentos que no se consiguen son los que controlan el reumatismo: Arava, de 20 mg, está desaparecido; de vez en cuando se encuentra Desflazacort de 6 mg y Ezos, que es un protector gástrico, necesario para cuidar las paredes del estómago, en vista del consumo de tantos fármacos.
Como no se consiguen en Venezuela, los pacientes hacen milagros para comprar en Cúcuta, como por ejemplo el Arava, y así estar relativamente controlados.(NP)
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