Mermó el tránsito de vehículos por el tramo binacional
19 de septiembre de 2024
Víctor Matos
Se cumple el primer aniversario de la muerte de la maravillosa modista Mary Quant, quien a mediados de la década de los años 60 del pasado siglo creó el vestido más audaz de la historia, como lo fue la minifalda, que revolucionó el mundo de la moda.
Fue tal la reacción, aceptación, por un lado de la mujer, y condena de parte de los moralistas, que llegaron a acuñar la frase: “Cuando la falda sube, la moral baja”, sentencia que no fuera considerada por nadie desde que el atuendo, cincuenta y siete años después, siguiera reinando de manera campante en el universo femenino.
La minifalda se convirtió rápidamente en el estandarte del estilo y la libertad que se iniciaba desde la mitad del siglo pasado, luego de la posguerra y que emprendió un cambio cultural en medio del conservadurismo que contrastó ferozmente con la rigidez formal que imperaba en la época.
La minifalda es la prenda para la mujer que se caracteriza por estar su corte varios centímetros más arriba de las rodillas; son frescas, modernas y accesibles, dirigidas a una nueva generación que buscaba abiertamente dejar atrás las sombras del conflicto mundial que había padecido la humanidad veinte años antes.
Se convirtió así en la moda mundial, el fenómeno global que permitía a la juventud correr, bailar, trotar con la vestimenta sin mayor apremio, formándose así como un símbolo de la liberación femenina que desafió las normas sociales establecidas, pues la prenda no solo es sexy y divertida sino refrescante, representando la ruptura con el pasado.
Pronto llegó a Latinoamérica, en donde fue lucida felizmente por la juventud en Venezuela, en ventaja por tener sus mujeres las piernas más lindas del continente, se hizo tan popular que hasta se convirtió en la moda para todas las edades.
Sin quererlo, la modista Mary Quant convirtió la minifalda en un estandarte de estilo y de libertad, que aún a más de medio siglo de existencia sigue usándose, imprimiendo el cambio cultural vibrante como jamás se había esperado.
Se dice de ella que fue la indumentaria justa, con la sensibilidad justa, en el lugar justo y en el momento justo, apreciación que diera a conocer Hamish Bowles, editor de la revista Vogue, en pleno apogeo del vestido que estremeció planetariamente desde la mitad de los años 60.
La revolución femenina a través de la minifalda
La diminuta prenda abrió la ruta de las campañas feministas en Europa.
Mary Quant, en plena época de la celebridad de sus compatriotas Los Beatles, nació en Inglaterra el 11 de febrero de 1930 y fue una de las diseñadoras más famosas del mundo con la creación de su diminuto atuendo, la minifalda, que se convirtió luego en el estandarte de la libertad femenina.
Realizó cursos de Bellas Artes en Londres, y junto a su esposo, Alexander Plunker Greene, abrió su mundo de la costura con la puesta en marcha de un bazar que en muy poco tiempo se convirtió en el epicentro de la moda londinense, que lleva ya 57 años de fama con la prenda que la elevó a los más altos confines de la popularidad.
Falleció en su país de origen el año pasado, a los 93 años de edad, dejando un legado para las generaciones del ayer, de mañana y de siempre.
La mujer, hasta entonces, era formada bajo unos cánones de recato, de vestidos largos para las fiestas y de las que no pasaban en su corte más allá del tobillo, hasta que Mary subió la falda más allá de las rodillas, mostrando la belleza de las extremidades inferiores que encantó a tirios y troyanos y que hasta la fecha es coronada por el aprecio del sexo opuesto, que antiguamente jugaba solo con su imaginación. (Víctor Matos)
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