Habitantes de los diferentes sectores del municipio Rafael Urdaneta y de la población colombiana de Ragonvalia se sumaron a colaborar con los damnificados por las lluvias en Rubio.

El párroco de Santa Lucía, presbítero Richard García, agradeció de corazón la acción bienhechora que permitió mitigar en parte las circunstancias adversas por la que atraviesan muchas personas en el municipio Junín.

Dio a conocer que  acudió a recoger los donativos recabados por los habitantes del municipio Rafael Urdaneta y del pueblo del vecino país: “a pesar de las fuertes lluvias y los obstáculos, Dios nos permitió ir en busca de ayuda para nuestro pueblo a las hermosas tierras de Betania, Villa Páez, Tabor, La Lajas, y La Rochela, cuyos vecinos se desbordaron en generosidad”.

“A esta acción se unió la fraternidad del párroco de Ragonvalia Padre William Yovany Jaimes y su gente, para hacernos llegar las bendiciones de ese país hermano, solidario con quienes sufren”.

En  Betania abrieron un centro de acopio; mientras que  en las demás aldeas entregaron verduras y hortalizas, así como prendas de vestir y calzado en buen estado. En Ragonvalia se hizo una colecta, con donativo de víveres y ropa, para posteriormente hacerlos llegar a los más necesitados.

Asimismo, cada domingo prosiguen con su valiosa labor de alimentar a 850 personas con la olla de la misericordia. En esta oportunidad, compartieron cinco ollas de hervido con los más vulnerables de las comunidades, especialmente con los damnificados.

“Para esta actividad contamos con la cooperación de la Fundación “Juventudes de Venezuela por el Mundo”, visitamos diferentes barrios hasta donde llevamos un plato de alimento y la palabra de Dios; otros jóvenes y servidores de la Parroquia Santa Lucía, se encargaron de organizar la ropa y enseres para entregarlos”.

De esta manera, la presencia del Creador se manifiesta en cada uno de los seres que ofrecen su aporte o su tiempo para extender una mano solidaria a quien lo requiere./Norma Pérez.