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2 de mayo de 2024
Sibol Oriana Pineda, de 38 años de edad, propietaria de un galpón ubicado en la zona industrial de Ureña, desmintió las acusaciones hechas en su contra y aclaró que los vehículos retenidos por la fiscalía son de su propiedad, por lo cual es falso que se dedica a desvalijar vehículos.
Pineda informó que en la fiscalía le otorgaron libertad plena, pues, según argumentó, no lograron probar delito alguno, razón por la cual insiste en hacer pública esta información. Hecho ocurrido tras una investigación y allanamiento por parte de funcionarios adscritos al Eje Contra el Hurto y Robo de Vehículos Táchira- Base Ureña, en el mes de diciembre.
«Esto es un montaje sin verdad, porque yo manejo las pruebas de que todo lo dicho por ellos es falso. Esos carros son de mi propiedad, yo no se los he robado a nadie, no soy ninguna desvalijadora», señaló Pineda.
La acusada reseñó que ese día, presuntamente, los policías entraron y les exigieron 20 millones de pesos; de lo contrario, les abrirían un expediente por «desvalijadores de vehículos», a lo que Sibol Pineda y su socio, Bladimir Alexis Jaimes, se negaron rotundamente.
Narración de los hechos
«Todo comenzó cuando estábamos en el galpón, propiedad de mi esposo y mío, pues ahí teníamos unos pollos que estábamos criando. Fuimos a alimentar a los pollitos, luego llegaron los policías, entraron y nos dijeron que debíamos pagarles 20 millones de pesos para que no nos hicieran expediente, porque anteriormente allí había unos carros y nosotros les habíamos vendido unos repuestos, pero eso fue durante el cierre de frontera; por eso, y porque nos negamos a su exigencia, nos amenazaron con acusarnos de desvalijadores de carros», narró Pineda.
Comentó además que, en el momento del proceso, desvalijaron totalmente uno de los carros que estaban en el galpón, así como la desaparición de 45 de los 50 pollos que se encontraban ahí. Situación de la que se percató dos días después, cuando el juez le otorgó la libertad plena.
Añadió que fueron los funcionarios quienes, supuestamente, se quedaron con las llaves y la disposición del galpón.
Por otro lado, aclaró que, para ese momento, en el galpón había cinco vehículos, dos de ellos ajenos, pertenecientes a unos amigos, a quienes presuntamente los acusados les permiten guardarlos en el lugar. Del mismo modo, alegó que Harol Borges es solo un vecino del sector y “no un delincuente, como ellos quisieron hacer ver». (Rosecny Zambrano)
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