Humberto Contreras

“Desearía haberme vacunado”; “Vacúnense para que no le pase esto a tu familia”, fueron los últimos mensajes de la maestra, cuando ya el covid la consumía

“Mamá, desearía haberme vacunado”, fueron las últimas palabras que ella transmitió a su madre, en mensaje a través del teléfono. Pese a que tuvo la oportunidad, Paige Ruiz, una maestra de 32 años, en Texas, Estados Unidos, no quiso vacunarse contra el covid, porque según decía, no sabía si se afectaría el bebé en formación.

Algunas personas le dijeron que no había problema, pero ella no se convenció. Postergaba la posibilidad de recibir la vacuna hasta después de que ocurriera el parto. Pero, tenía ya nueve meses de embarazo, cuando dio positivo por covid.

Fue hospitalizada de inmediato con síntomas de gravedad, razón por la cual, el viernes 13 de agosto, le practicaron una cesárea de emergencia para preservarles la salud a ella y al bebé, su segundo hijo, pero, ya en estado crítico, la joven educadora murió. Lamentablemente, pasó sus últimos días luchando contra el virus y pidiéndole a la gente, a través de mensajes, que se vacunara.

La madre de Paige, Robin, dijo a periodistas que su hija pensó que no había suficiente información o datos que le aseguraran que podía vacunarse con confianza, sin dañar al bebé. Su esposo y su madre constantemente le preguntaban si había hablado con el médico sobre el tema.  “Nos gustaría que te vacunaras”, le indicaban, pero ella siempre respondía: “No, voy a esperar hasta dar a luz”. Le preocupaba que la vacuna pudiera dañar al bebé, dijo Robin.

—Ella dio a luz una niña, que se llama Celeste, continuó Robin. Es su segunda hija, pues, con su esposo Daniel, tienen otra hija, Joanna

Explica la madre de Paige que tan pronto como nació Celeste, se la llevaron rápidamente, y le dijeron que la criatura y la madre tenían que mantenerse separados por el covid. Celeste fue dada de alta del hospital, poco después y la familia ya tenía la manera de hacer un chat de video para que Paige, desde su lecho, pudiera ver a su hijita.

Pero en los siguientes días, la salud de Ruiz se deterioró rápidamente. “Fue después de tener a la niña, que comenzó a empeorar”, dice la madre de la maestra. “Fue mi peor miedo”, agregó.  Ella me envió un mensaje de texto, diciendo que deseaba haber recibido la vacuna. Y después de la muerte de su hija, me enteré de que había enviado el mismo mensaje a su hermana y a sus amigos. Quería que la gente se vacunara”. En el mensaje les decía: “Vacúnate, para que esto no le pase a tu familia”.

Ahora, las dos niñas están bien. Su madre era la coordinadora de Resultados de Aprendizaje Estudiantil y Programas Federales en el Distrito Escolar Independiente Joshua, en Texas. Paige también había sido subdirectora de la escuela secundaria allí, durante cuatro años. En una declaración pública luctuosa del distrito escolar, con motivo de la muerte de Paige, se lee: “Su dedicación y pasión por educar a los estudiantes siempre serán recordadas, junto con su amabilidad hacia los demás”.