Regional

Nombran a Juan Vicente Pérez “Patrimonio Viviente” del Táchira

4 de febrero de 2022

1.150 vistas

(Foto / La Nación) Presidenta del Consejo Legislativo, diputada Charly Rojas, junto al diputado Jonathan García.

«Nos sentimos muy orgullosos los tachirenses de que un hombre de estas características y de esta trayectoria esté conviviendo con nosotros», dijo la legisladora.

Por Favio Hernández

Este primero de febrero fue aprobado, por unanimidad de la plenaria de Consejo Legislativo del estado Táchira (CLET), la distinción de “Patrimonio Viviente” del Táchira a Juan Vicente Pérez Mora, ciudadano local que se convirtió en el hombre más longevo del mundo, a sus 112 años.
Así lo informó la presidenta del parlamento regional, la diputada Charly Rojas, quien mostró su orgullo por compartir la misma tierra que el hombre más longevo del planeta.

«Los legisladores y legisladoras del estado Táchira hemos aprobado un acuerdo para nombrar ´Patrimonio Viviente´ del estado Táchira al ciudadano Juan Vicente Pérez Mora, el hombre más longevo del mundo», comentó.
Acotó que este nombramiento contó con el apoyo de ambas bancadas, tanto la oficialista como la opositora.
«Nos sentimos muy orgullosos los tachirenses de que un hombre de estas características y de esta trayectoria esté conviviendo con nosotros», agregó la legisladora.
Así pues, aseguró Rojas, el CLET muestra su compromiso y respaldo con el pueblo tachirense.
112 años
Con 112 años de edad, Juan Vicente Pérez Mora se convirtió en el hombre más longevo del mundo, luego de que falleciera el español Saturnino de la Fuente García, quien ostentaba dicha distinción, con 112 años y 341 días.
Oriundo de la población de El Cobre, municipio José María Vargas, pero habiendo vivido más de cien años de su vida en San José de Bolívar, municipio Francisco de Miranda, Pérez Mora es acreditado internacionalmente por su longevidad.
Nació el 27 de mayo de 1909, y dedicó toda su vida a la siembra y las labores del campo. Ahora, el hombre más con la mayor longevidad del planeta pasa sus días descansando en la paz de las montañas tachirenses, en la tranquilidad de su humilde morada y bajo el cuidado de sus hijos y sobrinos.