Regional
Padres preocupados por los cortes de electricidad y culminación del año escolar
20 de abril de 2020
Los cortes de luz y fallas del Internet obstaculizan el proceso de educación a distancia que se lleva a cabo por la contingencia de la pandemia viral, situación que preocupa a los padres de los escolares. Profesores y escolares han aprovechado los avances de la tecnología para idear estrategias para vencer el reto de culminar el año escolar
Bleima Márquez
A poco más de un mes de haberse iniciado el proceso de educación desde sus hogares, padres y representantes de niños y adolescentes expresan su preocupación por los recurrentes cortes prolongados de electricidad que afecta todos los rincones del Táchira, y la conclusión del año escolar.
Los 29 municipios de esta entidad andina, con sus respectivas parroquias que suman 66 en total, son sometidos a un plan de racionamiento llamado ‘Plan de administración de carga’, aplicado por Corpoelec, según el cual, los habitantes del Táchira duran entre 6 y 12 horas sin electricidad; pero algunos sectores aseguran que sobrepasan esos lapsos.
Padres y madres exponen las dificultades que los escolares de educación básica y secundaria han tenido que enfrentar para investigar y cumplir con las asignaciones. “Por La Machirí quitan la luz hasta nueve horas, y el internet ni hablar. Mi hija trata de hacer sus tareas en la madrugada y eso si hay luz”, dice Josefina Mora, una madre angustiada por la formación de su hija de 15 años de edad.
Eliza Moreno, habitante de Táriba, municipio Cárdenas, afirma sentirse muy preocupada porque con las fallas de luz se atrasan las tareas a sus niños de 8 y 10 años. “No entiendo cómo podrán terminar el año, si las clases son por internet y nunca hay luz”, comentó con pesar.
Docentes también padecen
Las fallas de internet y el racionamiento de luz no es un problema que ataca única y exclusivamente a los estudiantes. Los profesores también padecen esta dificultad que agobia a los tachirenses. “Las quejas por la falta de luz se ha convertido en el común denominador de estudiantes y educadores”, dice Maribel García, una docente que vive en San Cristóbal.
“Con tantas horas sin energía resulta muy complicado cumplir con las asignaciones escolares encomendadas por los docentes, quienes también hacen milagros para planificar, enviar actividades y corregir”, asegura el padre de un pequeño de 3er grado de educación primaria que prefiere ocultar su nombre.
Asimismo, María Contreras, docente de profesión en el municipio Jáuregui, manifestó sentirse muy afectada porque los servicios públicos son muy deficientes por su sector. “Aquí, nunca tenemos cable, ni WIFI, y mínimo son seis horas de racionamiento al día, cuento con los datos de mi celular que funcionan a medias. Con todo y eso debo evaluar a 125 estudiantes vía online. Realmente es una tarea titánica”, lamentó, agregando que a pesar de ese panorama se esfuerza para lograr el objetivo y no permitir que los niños se atrasen en su proceso educativo.
La creatividad en acción
Ante los pocos recursos para sacar adelante el proceso de educación a distancia, estudiantes, padres, profesores; en fin, toda la comunidad educativa, ha implementado estrategias para seguir adelante y no perder el año escolar que tanto esfuerzo implica para todos.
Correos electrónicos, grupos de WhatsApp, mensajería de texto, redes sociales, son algunas de las herramientas tecnológicas empleadas para sustituir el aula de clase ante la contingencia educativa por la cuarentena social que todos deben guardar para prevenir la propagación de la enfermedad.
Giovanna García, madre de un escolar de 12 años, comenta que ante la emergencia mundial, ella ha tratado de guiar a su hijo para el cumplimiento de sus responsabilidades escolares. Explica que el virus ha infectado más de dos millones de personas, por eso no queda más remedio que cumplir con todas las medidas que recomiendan.
–Lo primero es la vida de nuestros niños, por eso yo estoy muy pendiente de las asignaciones diarias; lo que sí le he dicho a los profesores es que todo sea enviado con tiempo, porque uno nunca sabe cuándo hay luz o internet”, preciso García, acotando que la educación es ahora un reto que todos están asumiendo para salvar el año escolar, sin arriesgar la vida de niños y adolescentes.
@bleimamr
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