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Plaza Rafael Urdaneta: lugar icónico plagado por la basura y el abandono

13 de septiembre de 2018

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Pese a tratarse de uno de los lugares icónicos de la ciudad, ya que se le rinde tributo a uno de los próceres de la Independencia, la plaza Rafael Urdaneta dista mucho de ser un sitio ideal para recordar a este ilustre venezolano, pues los predios y el espacio del lugar, son sencillamente un desastre, donde se condensan el olvido y la sistemática destrucción física de la instalación.

El olvido gubernamental, aunado a la mano inclemente de vándalos y el paso del tiempo, han causado que el sitio sea lúgubre, con sus áreas verdes completamente descuidadas, abundante follaje y basura, la cual cubre con un gran manto lo poco que queda de la otrora grama.

El icónico sitio es utilizado como depósito de cauchos y cualquier desperdicio. (Foto/Gustavo Delgado)

Las extensas caminerías que asemejan viejos pero esbeltos pasillos, ahora son simplemente un colcha de retazos, pues casi en la totalidad de ellas, las losas se ha partido y otras se han levantado de sus anclajes, lo cual deja ver los daños que inclementemente destruyen a pasos agigantados el sitio.

La acción perenne de los vándalos y de mal vivientes que pululan en grandes cantidades, sobre todo en las noches, ha provocado que enormes placas de bronce y hierro colado, en las que se exhibían pensamientos de Rafael Urdaneta, hayan sido arrancadas de cuajo de los muros de piedras pulidas, y en que en su lugar, sólo figuren las marcas en los que se puede testificar que se encontraban los recuadros con frases marcadas de nacionalismo.

Es tan marcado el abandono de la glorieta, que los viejos faroles de corte hispánico, han sido robados casi todos y otros destruidos inexplicablemente, a lo que se suma que no sirven, pues el fluido eléctrico no existe desde hace muchos años.

Se han robado placas de bronce

Las acciones vandálicas contra la plazuela suelen apuntar al robo de todo aquello que represente valor, lo que ha causado que pesadas láminas de bronce y plomo, hayan sido arrancadas de la estatua del prócer y de los vetustos muros que fueron levantados para fijar las plaquetas, todas ellas sin lugar a dudas, con mensajes en contra de la tiranía que ejerció la corona española contra el pueblo venezolano.

En algunos puntos de la plazoleta, grandes promontorios de basura se yerguen y destacan sobre el busto del general Rafael Urdaneta, a lo que se suma que en los pasillos los desechos de hojas y cascajos de viejos árboles tapizan lo poco que queda de las caminerías, en las que es ya casi transitar, pues estas sencillamente están partidas o en su defecto, también han sido objeto del vandalismo.

Por tratarse de un lugar que posee abundante concurrencia de personas, ya que a pocos, metros funciona la sede principal del Edificio Nacional, donde se imparte justicia, ésta en las noches es utilizada como dormitorio por menesterosos y mal vivientes, quienes además de dejar desechos y excrementos, dañan y roban todo lo que les represente valor, aunado a que dejan grandes cantidades de basura.

Monte ha devorado la plazuela

La falta de mantenimiento es uno de los factores que mayormente impacta visualmente a los peatones, ya que la maleza alcanza en algunos sitios hasta un metro de altura, con lo cual es previsible que el panorama sea desalentador.

Aunado a ello, este lugar es usado como un baño público, por lo que los olores a orines y excrementos, suelen ser fuertes y constantes.

Pablo Eduardo Rodríguez