Freddy Omar Durán

Aunque el haber salido de la dura prueba de la pandemia los ha aliviado, los tradicionales vendedores de adornos navideños apostados en un sector de las avenidas Rotaria y 19 de Abril y la calle 3 del centro de la ciudad, no sienten cubiertas sus expectativas, pese a una mayor estabilidad de ingresos en moneda extranjera por parte de muchos compradores y señales de recuperación económica nacional.

La reducción de los puntos de ventas, que en las buenas épocas pudo haber superado la cifra de 500 y en la actualidad a duras penas llegan a los 50 establecimientos, y por consiguiente, una merma en la competencia, tampoco ayudó, y tampoco piensan que en los próximos días las cosas vayan a mejorar, pues prácticamente para los comerciantes de este rubro ya la temporada finaliza, aunque muchos seguirán hasta finales de diciembre.

—La gente dice que anda sin plata, quejándose. Ha estado dura la temporada. La gente no tiene plata para comprar, se lamentan y lamentan— afirmó una vendedora en el centro de San Cristóbal que prefirió no identificarse.

Sin embargo, otros vendedores de adornos navideños asumen una actitud más positiva, aunque moderada, pues superar el estancamiento del año pasado por la pandemia ya es mucho decir.

—La Navidad ha estado chévere, muy movida, se ve más fluida y la gente, más que por lo bonito, se inclina por lo más barato y se lleva de a poquito— afirmó Carmen Contreras, quien también labora frente al Mercado de Las Pulgas.

Aunque en muchos hogares se ha preferido sacar adornos y pesebres de las cajas, siempre hay el deseo de agregarle un elemento nuevo a la decoración, y en favor del cliente, entonces se ha decidido mantener precios accesibles, aunque para quien tenga para pagar objetos más grandes, elaborados y llamativos, hay mercancía especial.

—Ya estamos culminando con las ventas de Navidad, ya estamos en plena novena, y desde que empezamos, el primero de octubre, todo ha estado al mismo precio y hasta el último día, aquí, vamos a mantenerlo, no vamos a abusar. Gracias a Dios, los proveedores se han portado bien y no han llegado con el cuento de “mira, no te puedo dejar más mercancía porque subió el precio”— afirmó Édgar Rugeles, vendedor apostado en la avenida 19 de Abril.

Cada día, los vendedores de adornos navideños elaboran las decoraciones, y para eso ponen en juego su ingenio. Tratan de pedir lo suficiente, para no quedarse con mucha mercancía, pues la tendencia entre los clientes es la de adquirir cosas novedosas.

—Tratamos de renovarnos un poquito este año y, realmente, uno trata de eliminar mercancía porque se va renovando un poco más. Lo que estamos comprando a 800, lo estamos vendiendo a mil, o sea, le estamos ganando muy poco a la mercancía; lo importante es ganarse uno algo. Lo bonito es que hay gente que años tras años viene, son como conocidos de uno y disfrutan mucho viendo toda la exhibición, compren o no compren nada— afirmó Yaneth Chaparro, instalada en la avenida Rotaria.