Una humareda que afecta a cientos de familias en Ureña
27 de noviembre de 2024
Con una cuarentena flexibilizada desde este mes de junio, las entidades bancarias en San Cristóbal se intentan ajustar al nuevo cronograma establecido por Sudeban, que restringe a ciertos días de la semana, y por el terminal de número de cédula, la atención a los usuarios
Freddy Omar Durán
Este lunes 1 de junio, la Sudeban dio a conocer la lista de los bancos que atenderán según el terminal de cédula de los usuarios, y si bien tal medida se supone fue adoptada para mejorar la atención a sus clientes y evitar las conglomeraciones de personas, en este comienzo de semana se pudieron ver más alargadas las filas fuera de las instituciones financieras en varios puntos de la ciudad.
Desde tempranas horas se formaban las colas a las afueras de los bancos, y muchas de ellas resultaron esfuerzo frustrado, ya sea por la falta de luz, de línea o por razones que no fueron informadas; sencillamente, este martes, el servicio estuvo muy restringido en algunas sedes y en otras, sencillamente, no se prestó.
Como parte de las medidas para prevenir la pandemia, se está procurando que los clientes entren en grupos de 10 personas y para ello un funcionario de la institución está delegado para que se cumpla esta norma.
Algunos acudían para que se les desbloqueara la tarjeta; otros, la mayoría, solo por el efectivo, en una cantidad que en un banco oficial llegaba a 200 mil bolívares, mientras en otros ni a los 50 mil.
Intentos fallidos
Erasmo González ya lleva varios intentos fallidos por desbloquear su tarjeta, y en grandes aprietos se ha visto a la hora de hacer sus compras.
—Yo vengo a desbloquear la tarjeta, pues se supone que eso se hace internamente en el banco, porque he consultado la página, llamado por el teléfono y nada, y a sacar plata -afirmó González-. Llevo como 20 días haciendo el intento. Dicen que venga mañana, y mañana y mañana, y en esas me la paso.
Otro de los clientes en cola, Freddy Ortega, se mostró más desconsolado ante esta situación.
—Estamos cansados de tanta humilladera. Cuando no es porque no hay luz, es que no hay línea, y si hay línea, entonces no está la gerente. Y cuando no, son los cajeros que no sirven. ¿Y todo para qué?… para hacerse de 50 mil bolívares. Y ni siquiera esos cincuenta bolívares los quieren recibir en la calle, todo es pesos… ya no sabemos qué hacer… Si con la disponibilidad del servicio todos los días estaba complicado en cuarentena, ahora con estos nuevos horarios no sabemos si funcionará mejor.
A Ana Figueroa, quien vive en Santa Ana, esos 50 mil no le alcanzan para desplazarse.
–Yo pago de Santa Ana para San Cristóbal treinta mil e igual para devolverme a la casa. Dependo de lo que me transfiera mi hijo, pero a veces es duro cuando las tarjetas no pasan. A veces nos toca irnos sin llevar nada del lugar donde hacemos las compras. Me intento resolver como puedo; pero ahora sin producción, sin medios para trabajar, ¿cómo hace uno?…
Mucha gente de la tercera edad gasta sus energías y tiempo en hacerse de algo, que sienten rinde para muy poco.
Juan Salamanca, ya jubilado, acostumbraba a ir a Cúcuta a buscar las remesas que le mandaba su hijo, pero ahora debe conformarse con las transferencias que de ese país le llegan a su cuenta bancaria, pero siente que así la plata se deprecia más.
—Nosotros, los de la tercera edad, apenas si ganamos en bolívares y cómo vamos a tener pesos, que es lo que más piden cuando uno hace compras. Me mandan algo de España; pero eso me parecía valía más cuando yo lo sacaba de una agencia de giros internacionales en Cúcuta. Pero con estos cierres tan fuertes de la frontera no sé cuándo volveremos.
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