Rafael de La Cueva a hombros en España
4 de mayo de 2024
Cada año que se inicia alienta el espíritu de predicción del futuro en los humanos. La novedad, las perspectivas, el porvenir, siempre han sido una atracción para los humanos, y hay quienes de alguna forma, parecen capacitados por la providencia o el destino, para “ver” más allá del hoy.
Por supuesto, 2021 no escapa a estas premoniciones, más, después de la secuela que dejó el año recién finalizado.
De tres personalidades reconocidas como “videntes” por sus aciertos proféticos (uno de hace casi 500 años, otro ya muerto, de principios de siglo XX, y un tercero joven, actual), de quienes distintos medios especializados han recogido sus visiones, hemos extraído, en aras del espacio, lo más destacado: Nostradamus, Bava Vanga y Nicolás Aujula.
Nostradamus siempre oscuro
Es quizá el más conocido de todos los profetas que hayan existido, exceptuando por supuesto a los vinculados a profecías cristianas. A través de sus escritos, llamados cuartetos, dejó 6 mil 338 profecías, todas en un lenguaje que se presta a doble interpretación, pero que, durante cuatro siglos y medio, leyendo entre líneas sus versos, parecen referir acontecimientos ocurridos hasta centenas de años después de su muerte, en Francia en 1566.
Los estudiosos han creído que, de sus versos, varios se vinculan con el año que recién inicia. Un cuarteto dice: «Fuego en el cielo y chispas». Parece referirse a gran actividad cósmica. De acuerdo con la NASA, este año se inicia con la lluvia de estrellas Cuadrántidas e, incluso, habrá eclipse total de luna en mayo.
Otra profecía: «Después de una gran angustia para la humanidad, se prepara una mayor. El Gran Motor renueva las edades: Lluvia, sangre, leche, hambre, acero y plaga. Se ve el fuego del cielo, una larga chispa encendida». Entienden sus intérpretes que una gran hambruna amenaza el mundo, luego de la pandemia. Y lo de larga chispa encendida, reafirmaría su profecía anterior.
Dos de sus cuartetos, según sus estudiosos, parecen estar vinculados: «El parque en pendiente, gran calamidad, A través de las tierras del Oeste y Lombardía. El fuego en el barco, plaga y cautiverio. Mercurio en Sagitario, Saturno desvaneciéndose”. Y el siguiente: «Veremos el agua subir y la tierra caer debajo de ella». Aunque las explicaciones no sean muy claras, algunos creen que ambas se refieren al tan anunciado gran terremoto en California, debido a la llamada Falla de San Andrés.
En general, son muy pocos los cuartetos, de los más de seis mil, que ofrecen perspectivas positivas para la humanidad. Por ello, sus seguidores dicen que, para comprenderlo, hay que ubicarlo en el contexto social en que vivió: en Francia, cuando la peste cundía en el país, y por ella, su esposa y sus dos hijos murieron.
Dentro de lo tenebroso de sus predicciones, hay una que nos hace optimistas, sin embargo: el fin del mundo será en el año 3797.
Baba Vanga predijo grandes catástrofes
El fin de la URSS y el atentado a las Torres Gemelas son dos de las visiones que le atribuyen a Baba Vanga, una de las clarividentes más reconocidas de esta época, quien afirmaba que podía comunicarse con los muertos y tenía visiones del futuro. Baba Vanga, cuyo nombre real era Vangelia Dimitrova, nacida en lo que hoy es Macedonia, en 1911,
decía que todo lo que «veía» se cumplía y que «escuchaba voces de otra dimensión», que le advertían de sucesos en el mundo.
Entre los “aciertos” de la llamada «Nostradamus de los Balcanes», inicio y fin de la II Guerra Mundial, la caída de la URSS y el ataque a las Torres Gemelas, cuando dijo, en 1989: «Dos aves metálicas chocarán contra los hermanos americanos, lobos aullarán desde los arbustos y la sangre de inocentes correrá por los ríos». Igualmente predijo la actual pandemia.
Un hecho que le dio realce fue cuando, en agosto de 1976, la actriz yugoslava Silvana Armenulic quiso consultarla. Baba Vanga se sentó mirando por la ventana, de espalda a Silvana, y así, le dijo: «No quiero hablar contigo. Ahora no. Ve y vuelve dentro de tres meses. Aunque, de hecho, no podrás venir». La artista se fue llorando, y dos meses después, murió en un accidente.
Bava Vanga murió en 1996, pero sus seguidores interpretan aún sus visiones.
Según ella, en 2021, el océano estará muy afectado. Habrá grandes olas, inundaciones, terremotos y tormentas. Júpiter tendría un efecto sobre la Tierra, provocando importante actividad sísmica y volcánica. También, dicen sus seguidores, reveló que habrá una nueva pandemia, o bien que se agudizará la actual.
También sostuvo que China se volvería una superpotencia mundial y que comenzaría a circular «dinero de color rojo» en el mundo. Sobre Estados Unidos, habría dicho: “La gran nación sobre el océano, que está habitada por personas de diferentes tribus, será destruida. Estará dividido e inundado en su mayor parte. La nación también tendrá muchas desgracias y perderá sus colonias en el Este. La gran nación será devastada por terremotos, tormentas y grandes olas que causarán pobreza y enfermedad”.
Además, adelantó que habrá un intento de asesinato contra el presidente Putin. Finalmente, sus profecías prevén que para 2028, se lanzará una nave a Venus; en 2033, el hielo de los polos se derretirá. En 2076, el comunismo volvería a Europa y el resto del mundo. En 2130, la gente vivirá bajo el agua y, en 3797, la Tierra no existirá, pero los humanos se mudaron a otro sistema solar. Y en medio de este panorama, Baba Vanga anunció que el Armagedón ocurrirá en unos tres mil años, en 5079.
Psíquico inglés prevé el fin de la pandemia
Otro «profeta» de relevancia reciente, es el británico Nicolás Aujula, también hipnoterapeuta y astrólogo, quien hace terapias de regresión a vidas pasadas. Predijo, dos años atrás, el inicio de la pandemia, y logró fama internacional.
El mentalista de 35 años, dijo al diario inglés The Mirror, sobre el coronavirus, que se estabilizará después del año nuevo y que la infección se reducirá hasta estar bajo control en la primavera. Pero advierte que, pese a este descenso, “el pánico y las restricciones continuarán hasta 2022”.
Aujula también anticipó la derrota de Trump, y advierte sobre “una migración masiva en diferentes países, al mismo tiempo. «Veo gente que se muda a algún lugar en busca de una vida mejor, casi como un éxodo masivo. No estoy hablando de unos pocos cientos. Me refiero a miles», puntualizó.
Humberto Contreras
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