Presentan proyecto de columbario en la iglesia San Juan Bosco de Táriba

La iglesia San Juan Bosco, en Táriba, municipio Cárdenas, tendrá columbario. Una capilla para albergar las cenizas de los difuntos, con capacidad para 900 nichos. Será el primero en un templo católico de los municipios Cárdenas, Guásimos y Andrés Bello. 

El párroco Luis Ortega, acompañado por el arquitecto de la obra y los integrantes del Consejo Económico de la parroquia, presentará el proyecto, el sábado 27 de marzo, a las 9:00 a.m., a los vecinos de la comunidad.

Será construido a un lado del templo, en los espacios del jardín, frente al hospital Dr. Marino Rivera Daza (antes llamado Fundahosta), en un área aproximada a los 54 metros cuadrados (18 metros de largo, por tres de ancho). Una capilla con una nave central, los nichos a ambos lados, y detalles de fino acabado.

“Hemos previsto un acto más formal, con proyecciones en 3D para la presentación de las fases de construcción. Se informará el proceso para inscribirse en la preventa o el alquiler de un nicho. Es, sobre todo, mostrar el proyecto con sus detalles, para que se acerquen a conocerlo. Se tomarán todas las medidas de bioseguridad”, expresó.

— ¿Cómo se financiará este proyecto?

— Es una mentira pensar que la Iglesia tiene mucho dinero y asume su construcción. Los ingresos de dinero a la parroquia los maneja el equipo económico y todo lo que ingresa se hace público. Los aportes de todos los feligreses son importantes para consolidar este trabajo, que es ya una necesidad.

El párroco recordó que el papa Francisco ha dado la apertura para que en la Iglesia católica se logre, de manera sana, la construcción de columbarios, porque anteriormente mucha gente lanzaba las cenizas al mar, a la montaña, a la naturaleza. El papa, en una de sus obras, invita a tenerle cuidado a la naturaleza.

— ¿Cuál es el columbario más cercano en esta parroquia?

— La Iglesia católica divide los territorios por jurisdicciones y aquí, en Táriba se llama jurisdicción Santa María, madre de Dios, que comprende los municipios Cárdenas (todo Táriba, desde Barrancas), Andrés Bello (Cordero) y Guásimos (Palmira), y en ninguna parroquia hay columbario. El más cercano está en  el cementerio de La Consolación, en el sector Caneyes.

––¿Ya es normal incinerar un cadáver?

— ¡Claro que es normal! Se hablaba, hace muchos años, que se incineraba un cadáver por enfermedades venéreas, de mucho peligro de contaminación. Antes se decía que era como un pecado, pero ahora se permite que sea cremado. Lo que sí se  recomienda es que haya un sitio especial para colocar las cenizas de los difuntos.

Destacó que esta iniciativa nació  de la misma comunidad de la parroquia porque se ve la realidad  y  la necesidad. “Al morir una persona se dan cuenta de que son gastos elevados de inhumación. Como párroco, hay muchas experiencias de vecinos. Nace viendo la realidad, hablando con los integrantes del Consejo Económico, se ha anunciado en las misas. Todos saben que es una necesidad”, declaró.

—Muchas familias no saben manipular las cenizas de un difunto.

— Aquí en Táriba tenemos la experiencia de muchas familias que tienen en sus casas las cenizas de sus familiares. Muchos no saben dónde colocar las cenizas de su mamá, de un ser querido.  Otros las dejan en un cuarto. La idea es educar para que la gente coloque en un lugar, dignamente, a sus seres queridos fallecidos. El mejor lugar es el templo católico. Por un accidente se puede caer el cofre”, expresó. 

José Luis Guerrero

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