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Últimamente, las calles de la ciudad de San Cristóbal y de sus municipios aledaños se encuentran atiborradas de motorizados que incumplen con lo establecido en las diferentes leyes que regulan la conducta vial en la materia.
Entre estas leyes, existe un decreto emanado de la Gobernación, justamente en la administración de José Gregorio Vielma Mora, al cual denominó el decreto 511. Dicho dictamen fue puesto en vigencia el 16 de octubre del 2013, siguiendo en vigencia hasta nuestros días.
¿De qué trata el decreto 511?
Este edicto pretende regular, así como también organizar, la conducta vial de los motorizados en todo el estado Táchira, a fin de mejorar el caos persistente en las calles y avenidas de la entidad.
Reglas que restringen el horario de circulación de motorizados, vestimenta y correcta identificación de los conductores de estos vehículos; límite de velocidad, no transitar dos personas del mismo sexo; el tipo de casco que se permite, entre otros ítems, componen esta resolución.
Él mismo fue creado bajo una fuerte campaña, encabezada por Vielma Mora y los organismos de seguridad estadales, con la intención de descender, en primera instancia, la siniestralidad de los motorizados, es decir, llevar al menor margen posible el número de muertos y lesionados en accidentes de motos.
Igualmente, se pretendía obtener un mayor control en materia de seguridad y, del mismo modo, evitar las conductas típicas de la delincuencia, que se vale del uso de motos para realizar sus fechorías.
Toda escoba nueva barre bien
Los primeros días de vigencia del decreto 511 fueron un éxito. Los organismos de seguridad y orden público, nacionales, regionales y municipales, emprendían varios operativos, a toda hora, en las vías del estado para hacer cumplir la ley.
Incluso se llegó a ver resultados favorables durante los primeros años de vigencia, pues así lo demostraban las múltiples estadísticas emanadas del Gobierno regional, lo que reflejaba el éxito del decreto. Los motorizados habían acatado lo ordenado.
Lamentablemente, con el transcurrir de los años, la efectividad se fue perdiendo. La apatía de los cuerpos de seguridad y orden público, y el soborno, fueron incrementándose, por lo que los motorizados volvieron a desobedecer la ley.
Ya no se cumple
A estas alturas, y tras un sondeo de opinión entre el gremio motorizado, ellos mismos manifestaron que desconocen si aún el decreto 511 está vigente, debido a que ya “la policía no les ha vuelto a decir nada”.
Efectivamente, en la gráfica de esta nota, y en el consciente colectivo, se aprecia que no se está cumpliendo, pues en las narices de los efectivos policías lo infringen, quienes muestran una total desidia ante ello.
Es importante aclarar que, así como hay conductores que no se apegan al edicto, existen también quienes fielmente se apegan a lo dictaminado y aún mantienen el comportamiento idóneo al conducir motos.
El llamado es a las instituciones competentes en la materia para que se apeguen a su calidad de organismo para hacer cumplir la ley y de esta manera se pueda controlar el caos vial que los motorizados han implementado en toda la entidad tachirense.
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