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Regional
“Rompe Cráneo challenge es un juego que puede provocar daños psicológicos y físicos muy graves”
20 de febrero de 2020
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Para conocer a profundidad sobre este peligroso reto Tik Tok o rompe cráneo, así como las respectivas consecuencias que acarrea su práctica, se consultó al psicólogo Simón Colmenares, quien actualmente presta servicio en la Cruz Roja de San Antonio del Táchira y se desempeñó durante varios años como jefe regional de Salud Mental.
“Es un juego que se ha extendido como la espuma, en el que los participantes se ponen en situación de riesgo, que puede provocar daños psicológicos y físicos muy graves”, dijo.
Simón Colmenares, al hablar sobre el reto Tik Tok, también conocido como Rompe Cráneo challenge, alertó que entre los más vulnerables, desde el punto de vista psicológico, figura la población infanto-juvenil, porque está en su desarrollo evolutivo y pasa por una serie de etapas que le llevan a actuar de diferentes maneras, y esto la expone a ciertos riesgos.
Más de 50 retos en redes sociales
Colmenares explica que la participación en actividades propuestas por redes sociales fueron, en un principio, en trivias, juegos y retos que se deben cumplir, pero eran atractivos y no representaban ningún peligro.
Este panorama cambió entre el 2015 y el 2016, cuando surge el reto de la Ballena Azul, que ocasionó el suicidio de muchos jóvenes. Este juego consistía en invitar a los seguidores a realizar ciertos retos y el último era acabar con sus vidas; su práctica predominaba en la noche.
Luego de este reto aparece otro llamado “Momo”, que surgió en Japón y consistía en una figura fantasmal utilizada primeramente para intimidar al participante, luego robarle la identidad y finalmente utilizarlos en su contra.
Posterior a estos hechos, han nacido más retos, que actualmente superan los 50, entre los que destacó: desodorante, pupila, aspirar un condón por la nariz y extraerlo por la boca, y muchos más; la idea es grabar las reacciones y subirlas a las redes sociales. En fin, “retos hay muchos, pero nos aparece este rompe cráneo que va a causar una grave lesión”, indica Colmenares.
¿Por qué lo hacen?
Una de las cosas que llevan a los jóvenes a estas prácticas es la presión del grupo en la etapa infanto- adolescente, porque así como se desarrollan físicamente, también forman la personalidad. “Esta situación se presenta porque el adolescente necesita una identidad, una independencia y el sentido de pertenencia a un grupo, de ser populares y aceptados; esto los lleva a acceder a la serie de retos que les imponen”, advirtió el psicólogo.
También dijo que entre las causas psicológicas que pueden llevar al joven a participar en este tipo de reto están los vacíos emocionales que existan. Para Colmenares, aunque la tecnología, el internet y la globalización abren muchas puertas, también es verdad que están haciendo mucho daño, porque regalamos celulares a nuestros hijos desde muy niños y eso ocasiona que muchos sientan que no están a la par de sus compañeros.
“Estamos perdiendo a nuestra generación de niños en los celulares; ya no los escuchamos en las calles, ni en las canchas. Están en nuestras casas, pero no comparten ni con los padres, ni con los hermanos, tampoco con amigos; ellos están aislados, en sus habitaciones, bien sea con un celular, un ordenador o una tablet”, expresó Colmenares.
Ganar seguidores
El verdadero propósito de los desafíos que surgen en las redes sociales es ganar seguidores en sus redes sociales, tal es el caso de Tik Tok, y la popularidad.
¡Cuidado con la noche!
El profesional de la psicología explica que los niños y jóvenes chatean mayormente durante las noches, luego de las 11, y esto incrementa la situación de riesgo porque están cansados y el no dormir los lleva al agotamiento emocional y los deja en situación de vulnerabilidad.
“Por las preocupaciones de los adultos estamos perdiendo la atención de conversar, compartir y verificar. La parte emocional la estamos cambiando por un celular”, dijo el psicólogo.
Un nuevo desafío para las niñas
El psicólogo alerta sobre la aparición de un nuevo reto, llamado el Rompe Boca challenge, que también implica un gran riesgo para los protagonistas; en esta oportunidad, las niñas son las implicadas y el propósito es hacer caer de boca a la víctima.
En este caso, el golpe también puede generar consecuencias físicas, neurológicas y psicológicas importantes.
Consecuencias
de estas prácticas
Estos juegos, más que juegos, son una práctica peligrosa, pueden causar diversos daños físicosm como fracturas en diversas partes del cuerpo (clavícula, codo, brazo, cadera, etc.) y golpes a nivel craneal, que pueden causar daños a corto, mediano o largo plazo.
Estas lesiones pueden dejar secuelas, como discapacidad, y allí es donde afecta la parte psicológica, porque afecta la autoestima, la autoimagen y el autoconcepto del adolescente.
Las fracturas a nivel de cráneo son más graves porque, donde impacte en el momento y con la rudeza del golpe, puede generar daños temporales o permanentes, que de acuerdo al lugar exacto del golpe tienen su forma de comportarse; por ejemplo, si el golpe es en la región occipital, podrían tener un daño en la visión.
La parte motora, la lectoescritura, la audición, el habla y hasta la conducta, que incluye la motivación, la razón, el juicio, la atención, el aprendizaje y el cálculo, serían algunas de las consecuencias de las lesiones en el cráneo.
La hemorragia que se puede producir genera daños a nivel de las neuronas y afecta las funciones ejecutivas y cognitivas.
“Entonces, estamos viendo solo lesiones físicas de un momento, que incluso puede llevar a la víctima a cuidados intensivos, pero a lo largo serán lesiones que van a influir en la parte psicológica”.
Cómo prevenir
Lamentablemente, no se está haciendo prevención a estos problemas, “está pasando desapercibido lo que sucede en redes sociales, entonces puede llegar el juego e iniciarse de forma inocente y jocosa”, afirma el psicólogo Colmenares.
La prevención debe iniciar en la familia, porque en las instituciones educativas podemos hacer campañas, pero el verdadero trabajo debe arrancar en la casa. “La responsabilidad no está solo en el colegio, la responsabilidad debe ser de nosotros, como representantes, y la familia. Hablar con ellos, explicarles las consecuencias y limitar el tiempo de uso de los celulares”, acotó el profesional de la psicología.
Asimismo, señaló que lamentablemente la situación país ha afectado en la familia, ya no hay tiempo para conversar con los niños; unos llegan cansados, otros apresurados, pero lo ideal es que la familia sea la primera en estar atenta a los retos que juegan sus hijos y empezar a hacer las advertencias.
Simón Colmenares indicó que si la situación se escapa de control, pueden contar con los profesionales de la psicología, bien sea a nivel público o privado. De manera gratuita, pueden buscar apoyo en el Hospital Central, Ambulatorio de Puente Real, Hospital de San Antonio y Salud Mental (cerca de la UNET).
Colmenares indicó que sobre este tema, el Colegio de Psicólogos está analizando plantear a la Zona Educativa hacer una alianza estratégica para formar a los docentes, quienes multiplicarían la información a los niños y estos, a su vez, continúen difundiendo el mensaje.
La otra opción sería visitar los colegios, escuelas y liceos, pero hay muy pocos profesionales de la psicología y no hay capacidad para eso.
Atentos al bullying
Otro signo que puede llevar a los niños a la práctica de los desafíos que nacen en redes sociales es el “bullying o acoso escolar”. Sobre este aspecto, el psicólogo Simón Colmenares explica que hay síntomas de alerta que deben despertar nuestra atención.
Cuando un niño comienza a decir “no quiero ir a la escuela”; el fin de semana está bien, pero el lunes amanece enfermo; comienza a estar retraído, involución o regresiones, aislamiento, pérdida de interés por las actividades que le incitaban emociones; esos son signos de alarmas.
Generalmente, al preguntar a nuestros hijos sobre su vida o cómo les fue en su día de estudio, la respuesta es “normal” y no entran en detalle; en este caso, lo recomendable es buscar estrategias con compañeros, vecinos u otros representantes, para indagar en esa información, porque muchas veces están bajo amenazas y no expresan lo que les está sucediendo.
“Revisar el celular, aunque uno se convierta en el peor enemigo, pero hay que saber con quiénes están compartiendo, con quiénes están chateando nuestros hijos”, enfatizó Colmenares, agregando que hay que estar pendientes de Facebook, Instagram y Tik Tok.
Otra medida preventiva es ubicar los computadores en la sala con la pantalla hacia el lado donde todos podamos ver qué es lo que están viendo. “Las computadoras no deben estar en las habitaciones”, advirtió el profesional de la psicología, añadiendo que en el caso de los celulares debemos regular su uso.
Finalmente, Colmenares invitó a los padres y responsables de los niños y adolescentes a conversar, inculcar valores y estar informados sobre lo que va apareciendo, qué es lo nuevo, las cosas emergentes que van surgiendo en las redes sociales y en la sociedad. (BM)
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