Los feligreses realizaron un viacrucis desde el atrio de la iglesia Santa Bárbara hasta el mirador del cerro El Campanario
Por: Norma Pérez.
Los pasos de los devotos rubienses siguieron el camino que recorrió Jesús con la cruz sobre sus hombros. Se detuvieron en cada una de las quince estaciones para reflexionar y orar por la paz, la armonía, porque cesen los conflictos, por un mundo mejor.
Guiados por el párroco de la iglesia Santa Bárbara, Fray Julián García, se congregaron frente al atrio del templo, donde se cumplió la primera estación del viacrucis bíblico que dejó el papa San Juan Pablo II.
Allí, el padre García explicó que las reflexiones de las estaciones fueron escritas por el sacerdote dominico Jesús Villarroel, quien fue su maestro y es autor de numerosos libros. Lo denominó Viacrucis de la Gratuidad, concepto fundamental de la fe, “porque nos salvamos por el amor gratuito de Dios, que se manifiesta en la creación y, sobre todo, por Jesucristo, quien ganó el cielo para nosotros”.
“Ofrecemos este viacrucis por todas nuestras intenciones y necesidades, por la comunidad parroquial, especialmente por los más necesitados, por los niños, los ancianos, por la salud de los enfermos, porque retorne la paz a Ucrania y en el mundo entero. Por Venezuela, por la paz y la justicia de todos los pueblos, como es el deseo del papa Francisco”.
La primera estación, “Jesús en el huerto de los Olivos”, recordó la oración del Señor, antes de ser condenado a muerte, y marcó el inicio del transitar hacia la empinada cuesta. Un homenaje de amor para quien dio la vida por sus semejantes.
Hombres, mujeres, jóvenes y niños caminaron entre cantos hasta el lugar de destino. Algunos llevaban cruces, como símbolo de sacrificio; a otros los acompañaba un rosario o una imagen sagrada.
“Un día muy importante”
Leonardo Pérez, quien portaba la cruz que presidía al grupo de feligreses, se refirió a la importancia de esta actividad:
“Para nosotros, los católicos, hoy es un día muy importante, pues con nuestro sacrificio y ayuno queremos demostrarle a Dios nuestra gratitud por su grandeza para con todos nosotros. Hoy hacemos esta actividad con la bendición del Señor”.
Jornada espiritual
“En estos momentos, para nuestro municipio Junín es importante realizar este viacrucis”, manifestó Édgar “Cascarita” Moreno, quien se encontraba junto a los caminantes. “Es una jornada espiritual, nos damos cuenta (de) que sí podemos hacer las cosas cuando hay espiritualidad. Es fundamental avanzar, buscar, formar, concienciar y tener la certeza de que todo puede lograrse cuando hay unión”.
Camino a la cima
A lo largo del recorrido se sumaron numerosas personas que quisieron dar muestra de su fe, hasta conformar una nutrida concurrencia que completó el camino hasta la cima de El Campanario.
Al finalizar el viacrucis, en el Mirador desde donde se aprecia una imponente vista de la capital del municipio Junín, los presentes se unieron en oración. En lo alto del cerro, muy cerca del cielo, conversaron con Dios.