Finalizó la Feria y este lunes, 3 de febrero, las colas volvieron a congestionar el tráfico en varios puntos del estado. Aunque se reportó la llegada de las gandolas a las estaciones de servicio, los vehículos marcados superaban el número 400, por lo que tal vez muchos tendrán que volver a intentarlo en este día
La Feria de San Sebastián terminó con una San Cristóbal congestionada por las colas, un complejo drama del cual no sale el tachirense, al cual se le suma un preocupante episodio: el gasoil no había llegado en la mañana del lunes, lo que obligaría, de seguir esta situación, a contraerse el servicio de transporte urbano.
Cerca de la estación de servicio de Madre Juana, donde despachan tanto a buses y busetas, como a taxistas independientes, el gasoil no había llegado.
Los conductores, ya acostumbrados a pasar su prolongada espera entre conversaciones, se referían a la más reciente “disposición” para controlar la distribución, que consiste en que cada línea envíe a la Mesa del Combustibles la lista de las unidades que estaban efectivamente trabajando esos días; tal vez con el ánimo de evitar que algún vehículo se equipe sin prestar el servicio.
En la avenida Simón Bolívar, llamada por la mayoría Marginal del Torbes, se ven las unidades que por cuatro días han hecho fuerza porque el de hoy sea “el día de la suerte”, en estadías intermitentes, pues no les está permitido estacionarse por las noches, en parte como una manera de velar por la seguridad de los mismos choferes, ya que en la zona –que a altas horas se transforma en una boca de lobo- se han reportado continuos atracos.
Después de la Feria…
Después de la Feria de San Sebastián, varios puntos del Táchira se vieron congestionados por las largas colas que se estaban formando. Desde el fin de semana, las mismas se iban alimentando de más y más vehículos que no querían dedicarse toda una semana a la cacería del combustible, pudiendo aprovisionarse a tiempo.
En el cierre de la actividad ferial, las gandolas con gasolina, algunas con tardanza, estaban llegando diariamente a las estaciones de servicio y si no se dejaban de formar colas de horas, se despachaba a las mismas con rapidez. No faltaba quien opinaba que esa relativa eficiencia se debía a las festividades; pero solo en el transcurso de esta semana se confirmará o negará esta impresión.
A través de su cuenta de Twitter, Nellyver Lugo, coordinadora de la Mesa de Combustible, informó sobre un problema en la facturación que habría propiciado el retraso de las gandolas este fin de semana, provocando que muchos de los vehículos que por esta razón dejaron de abastecerse en las últimas horas, lo hayan pospuesto para este lunes.
Preocupación
Sin embargo, la preocupación seguía entre conductores de buses y busetas. Desde la semana pasada, el rumor –no confirmado por ninguna fuente oficial- era que la normalidad vendría el martes; no obstante, a muchos esa fecha les parecía muy lejana, porque implicaba varios días sin trabajar.
Muchos de ellos, que cubren rutas suburbanas y extraurbanas, tenían el turno hoy y, en vez de dedicarlo al traslado de pasajeros, se les va en acechar el combustible que no llega. Vieron, en la mañana del lunes, cómo una cisterna estaba vaciando en la estación de servicio de Madre Juana; pero se desanimaban porque tal vez “era solo gasolina”. No obstante, otros se pusieron suspicaces con el ingreso de unidades de Transtáchira y camiones al establecimiento; no obstante, no pudieron afirmar con seguridad si dichos vehículos estaban allí para ser abastecidos, y no tenían manera de comprobar si había o no gasoil en sus depósitos.
Dennis Sepúlveda no pestañeó para decir que el “despacho ha estado malo, y estamos trabajando con las uñas; esto está muy difícil para ponerse a viajar. Esto esta grave, grave. Yo tengo turno hoy”.
Un medio informativo del que han dispuesto los choferes ha sido el de los “grupos de WhatsApp”, una solución que a veces se torna en inconveniente, pues “se han vuelto muy mentirosos”, según Sepúlveda.
Agregó el conductor que “uno se viene emocionado al leer en los grupos ‘llegó el gasoil’, y al ver la cola aquí, y cuando uno se va a dar cuenta, nada”.
Otro chofer, que trae gente de Barquisimeto hasta la frontera, se quejó de que tuvo que devolverles la plata a los pasajeros, pues se encontraba con su tanque seco, y esto le ha representado tres días sin trabajar la ruta hacia esta zona del estado, desde el interior del país, que ha cobrado mucho auge en los últimos meses.
Ante esta crisis, el mercado negro estaba haciendo de las suyas y se hablaba de la pimpina de gasoil valorizada en 50 mil pesos, y la cual podía obtenerse en sitios donde “oficialmente” no se ofrece este tipo de combustible.
Esta situación está afectando a todas las líneas del Táchira. En el Terminal de Pasajeros ya se estaba reportando la incomodidad por parte de quienes se disponían a desplazarse a otras partes del país y del estado, que lo hacen en pequeñas unidades. En San Cristóbal y sus alrededores, el servicio se estaba prestando con relativa normalidad este lunes; aunque ya desde el jueves muchas líneas se planteaban la posibilidad, en caso de seguir la escasez, de reducir el número de vueltas o, más bien, “guardarse en la casa”.
El Dato
Ya van cuatro días sin que muchos buses y busetas se hayan podido abastecer. El rumor era que hoy, martes, el abastecimiento volvería a la normalidad; pero de no cumplirse, los usuarios sentirán los efectos negativos esta semana.
Problema
Entre las medidas que toman los conductores ante la escasez, está la de tener en sus vehículos 3 o 4 pimpinas de combustible: esto conlleva una situación irregular, pues es ilegal, y la Guardia Nacional está autorizada a realizar detenciones. De hecho, este fin de semana, se divulgaron retenciones por este motivo en los estados Barinas, Aragua, Mérida y Táchira.
“Eso es ilegal, la Guardia nos los quita; pero, ¿cómo más hacemos? ¿Cómo llegamos si tenemos que hacer rutas largas?”, sostuvo uno de los entrevistados, que prefirió omitir su nombre.
Otra solución es que las líneas que cubren rutas extraurbanas manden una lista de las unidades que ese día tienen turno, otra gestión de orden burocrático, que no se niegan cumplir, pero a las cuales se les pediría resultados. Tales listas se cotejarían en la estación de servicio, donde los vehículos que ahí aparezcan sean atendidos.
“El cupo de nosotros es de 50 litros, cuando de aquí a Maracaibo se ‘come’ unos 180 litros. Ese cupo le alcanza a un chofer en el casco de San Cristóbal, para un día de trabajo”, afirmó Domingo Restrepo. Agregó que quienes hacen rutas extraurbanas, a veces optan por viajar un poco más allá e ir a estados donde no se les exige chip, por ejemplo Aragua, pero entre peajes y otros gastos, les sale por 500 mil bolívares.
Freddy Omar Durán