Murió el médico especialista en oftalmología, doctor George Antzoulatos, este viernes 24 de mayo a las cinco y veinte de la mañana. Tenía 80 años y nueve meses de edad.
“Fue un maestro de la práctica de la medicina”, expresan quienes fueron sus alumnos y hoy son médicos destacados en el país, incluso en el exterior.
El seis de marzo de 2024, Diario La Nación, publicó una entrevista, a propósito de cumplir 50 años de ejercicio profesional.
Tranquilo accedió a conversar y a contar junto a su esposa en hija, parte de las historias vividas.
Al decir oftalmología, sus ojos azules cobraban un brillo especial.
Pausado al hablar y muy tranquilo, se dedicó a dar parte de su vida a los pacientes con problemas oftalmológicos.
Siempre estuvo allí atento a los avances en su especialidad, que lo comenzó a atraer mientras miraba los instrumentos exhibidos en las vitrinas de las ópticas
Fue un padre ejemplar, dijo con mucho orgullo su hija Beatriz quien también es oftalmólogo, al tiempo que tomó parte de su rostro en sus manos y le dijo: “Padre te quiero”. El sonrió, la miró y respondió, en tono bajito: “Yo también te quiero”.
Se graduó en 1968 como médico cirujano en la Universidad de Los Andes y luego hizo el postgrado de oftalmología en el Hospital Universitario de Caracas y se radicó en el Táchira. Preocupado, siempre por la necesidad de mantenerse actualizado, viajó dentro y fuera del país a estudiar sobre su área de trabajo.
Siempre de punto en blanco llegaba al Hospital Central, a la clínica y a dar sus clases de medicina, espacio donde se ganó el afecto y respeto de sus alumnos.
Fue fundador del postgrado de medicina en el Hospital Central de San Cristóbal. El doctor Antzoulatos, es uno de los pioneros de la cirugía de catarata.
Muchos de sus pacientes operados hace años, se lo conseguían en la calle, se detenían para saludarle y darle las gracias pues recuperaron su visión, aún siendo casos complicados.
Desde hace cierto tiempo no ejercía su carrera. Estaba en casa, tranquilo, abrigado por el amor de su esposa y sus tres hijos, dos de ellos están en el exterior. Desde aquí el doctor Antzoulatos, era su luz, guía, protector.
Hoy deja este mundo, satisfecho de haber cumplido como padre y médico oftalmólogo.
Nancy Porras