Regional
Se quedaron sin combustible porque cerraron Marayarí a las 10:15 de la mañana   

Usuarios de la estación de servicio Marayarí, en el municipio Fernández Feo, exigen a Nellyver Lugo, representante de la Mesa de Combustible del Táchira, investigar supuestas irregularidades que se vienen presentando en la gasolinera, por cuanto este lunes 30 de agosto, un aproximado de 35 personas se quedaron sin abastecer de gasolina sus vehículos, debido a que la misma cerró sus puertas, a eso de las 10:15 de la mañana.

«No cuadra el hecho de que nos digan que a esta hora ya han abastecido 300 carros, eso ni ellos mismos se lo creen. Muchos veníamos con la esperanza de cargar combustible, pues hoy estaban atendiendo un solo número de placa, el 3, y entonces encontramos que, supuestamente, ya se acabaron los 14 mil litros del día, cuando ni siquiera son las 10:30 de la mañana», relató uno de los afectados, que pidió se reservara su identidad por temor a represalias.

El equipo reporteril de Diario La Nación abordó a uno de los funcionarios que se encontraba en el sitio, quien explicó que, en efecto, la cantidad de combustible destinada a la jornada de este lunes ya se había acabado.

«Este domingo llegaron 35 mil litros de combustible, de los cuales, 14 mil fueron distribuidos esta mañana. Lo que queda en existencia es para el plan de contingencia de la alcaldía del municipio Fernández Feo, Asogata y transporte público. Ya por hoy no podemos despachar más», indicó.

Otra de las personas afectadas, que labora en un centro de salud de la jurisdicción, señaló que es inaceptable que tan temprano ya se hayan atendido esa cantidad de vehículos.

«Deben aclarar, si es por horario, o entonces tocará hacer como antes, y apenas publiquen el cronograma de distribución, venirnos y que nos entreguen un número. La verdad que esto no tiene sentido».

Por otra parte, comentaron que se dirigieron a las oficinas de la citada estación de servicio, con el fin de exigir explicaciones, y les dijeron que ningún directivo o representante de Pdvsa se encontraba en el lugar. «Hacen lo que quieren y ni siquiera dan la cara», comentó una dama.

Raúl Márquez