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22 de noviembre de 2024
“En estos momentos estamos viendo un incremento en los procesos respiratorios en los niños, quizá coincidiendo con el retorno a clases. Son infantes que intercambian los virus en el colegio, en la escuela, y luego los llevan para el hogar, entonces padres, hermanos, abuelos están empezando a presentar estos problemas respiratorios”, explicó el doctor Marco Labrador, médico pediatra puericultor.
Ante esta situación, quiso establecer unas diferencias entre lo que es un refriado común y la gripe.
— ¿Cómo se diferencian?
— Primero, se diferencian en el agente causante, los resfriados comunes usualmente están producidos por los virus rinovirus, distinto al de la gripe que es el virus de la influenza. Los dos tienen alguna predilección por las partes del aparato respiratorio, el rinovirus usualmente se queda en la nariz y en la garganta y no avanza hacia la tráquea, bronquios y los pulmones. No obstante, el de la influenza empieza por la nariz, garganta, baja la tráquea, toma bronquios y llega a los pulmones, entonces el cuadro clínico es diferente.
— ¿Cuál de los dos se desarrolla más rápido?
—Usualmente el niño con infección respiratoria de tipo refriado común, tiene unos días para enfermarse. Es de forma lenta, se llevan dos, cuatro, seis días. En cambio una gripe, en 72 horas ya la persona se ve muy afectada. El resfriado común casi nunca tiene fiebre, en cambio la gripe empieza con fiebre, temperaturas mayores de 38 y medio, 39 y a veces 40 grados en los primeros tres a cinco días de la enfermedad.
Un niño con resfriado no tiene dificultades para moverse, estar activo, corriendo, brincando, no tiene dolores musculares, a veces presenta un poquito de tos, lo que sí le sobra es la mucosidad nasal y estornudos.
— ¿Qué se observa en un niño con gripe?
— Un niño con gripe tiene fiebre, se siente cansado, irritable, adolorido por todos lados, puede llegar a tener escalofríos, si está grandecito puede decir que le duele la cabeza y tos que incluso produce dolor en el tórax. En conclusión, el refriado común es más simple que una gripe, de allí que es importante que los padres conozcan cuándo deben ir a una consulta.
— ¿Pueden manejarse en el hogar?
— Usualmente los resfriados son manejados en el hogar, y para eso se utilizan medidas simples, como manejo de la temperatura con acetaminofén, siempre y cuando sea mayor de 38 grados y medio de temperatura, hay que mantenerlos en un ambiente fresco y aireado, no encerrados, pues eso aumenta la contaminación, porque se encierra el virus.
— ¿Es importante la hidratación?
— Es necesario que estén suficientemente hidratados, que no sean líquidos fríos. Valen los que preparan las abuelas, bebedizos tibios, aguamiel caliente; el aseo de la nariz es importante, es decir, su lavado, utilizar suero fisiológico. En cambio en el niño con gripe o influenza hay que manejarle la tos, incluso a veces es intensa y produce vómito y a lo mejor hay que dar un broncodilatador, nunca debe sedarse ni disminuirse, porque la tos es un mecanismo de defensa que tiene el organismo para expulsar la flema.
— ¿Cuándo un padre debe consultar a un médico?
— Un niño con influenza se puede complicar, por eso hay que estar atento. Sin embargo, entre cinco u ocho días debe estar bien, pero se debe tener cuidado porque esos virus se puede meter una infección bacteriana y termina entonces con una infección complicada, una bronconeumonía o neumonía.
Atentos con los niños
Los médicos de atención primaria sugieren tres o cuatro cosas que debe tener pendiente la familia en relación a cuando consultar por una gripe o resfriado:
“Que deje de beber líquido, no de comer, porque usualmente cuando se tiene un resfriado o una gripe, se va el apetito, pero se mantiene la sed, provoca estar tomando líquido, agua, y en eso es necesario que se complazca al niño, cuando deja de beber líquido es porque está complicada la situación”.
Otra cosa con la cual se debe estar pendiente es si vomita todo lo que come, porque probablemente tenga una bronconeumonía.
“Si se queda excesivamente dormido, es difícil de despertar, si se sienten muy aguaditos los músculos, está muy soñoliento, hay que consultar inmediatamente al médico, porque le está haciendo falta oxígeno a ese niño y en algunas oportunidades producto de la fiebre los niños pueden convulsionar”.
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