Regional
Sigue numeroso el paso de venezolanos a pesar de la imparable caída del bolívar
19 de octubre de 2017
San Antonio.- El tránsito de compradores venezolanos hacia el comercio de La Parada y Cúcuta sigue siendo numeroso todos los días, a pesar de la imparable caída del bolívar frente al peso en el mercado cambiario de la frontera colombiana, donde este miércoles la moneda venezolana se cotizaba a 0,11 y 0,12 pesos, dependiendo de si se trataba de billetes de la vieja o nueva denominación.
A través de los puentes internacionales Simón Bolívar, que comunica a San Antonio del Táchira con La Parada, y Francisco de Paula Santander, que une a Ureña con Cúcuta, miles de personas, venezolanos residentes en Táchira o procedentes de otras entidades del país, cruzan la frontera a diario para comprar productos de la cesta básica, medicinas, repuestos, o para trabajar de manera formal e informal en el lado colombiano a fin de poder subsistir.
También sigue siendo numerosa la salida viajeros venezolanos, que hacen cola en las taquillas de Migración del Saime para sellar pasaporte y luego en el puesto de Migración Colombia, para sellar entrada a ese país.
Pese a que el precio del bolívar continúa en picada, lo que merma el poder adquisitivo, los venezolanos pasan a comprar productos, medicinas, repuestos o insumos que en Venezuela no se consiguen.
Este miércoles, en las casas de cambio de La Paradan el precio del bolívar para la compra era de 0,11 pesosn si se trataba de billetes de 100 bolívares, o 0,12 pesos si eran de la nueva familia. Con esa tasa de cambio, 100 mil bolívares representan tan solo 11 mil pesos, que en el comercio colombiano solo alcanzan para comprar cinco kilos de arroz, del económico.
La cotización del bolívar para la venta era de 0,14 pesos, si el usuario quería billetes de la vieja denominación, y 0,15 si era en billetes de la nueva familia. La cotización del bolívar para las transacciones electrónica era aún más barata.
La marcada devaluación del bolívar ante el peso incentiva no solo el contrabando, sino también el comercio informal de cualquier producto venezolano que la persona logre pasar hacia territorio colombiano, a través de los caminos verdes del río Táchira o también de los puentes internacionales.
Para pasar mercancías por los puentes internacionales, la persona debe saber sortear o “arreglar” los diversos puntos de control de la GNB y también los de la Dian o Policía Nacional, al otro lado del puente, aunque del otro lado no pareciera ser tan fácil, pues es común observar a funcionarios de la Dian o de la Policía decomisando mercancía o haciendo devolver a personas que intentar pasar hacia ese país productos cuyo ingreso está restringido.
Para el paso de productos alimenticios de Colombia hacia territorio venezolano, las personas no tienen contratiempos con las autoridades colombianas, siempre que se trate de mercados familiares. Imponen restricciones cuando la gente trata de pasar fardos o cantidades significativas de un mismo producto.
(José G. Hernández)