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26 de abril de 2024
Ollas vacías, huesos de res y zapatos rotos, fueron algunas de las cosas que los trabajadores de la salud exhibieron en la protesta realizada para reclamar mejoras salariales y otros beneficios ya no recibidos. También exigieron respeto.
Por Bleima Márquez / @bleimamr
Empleados, obreros y personal de enfermería del Hospital Central de San Cristóbal protestaron la mañana de este lunes, 1 de marzo, en reclamo de un sueldo digno, mejoras de la contratación colectiva, disfrute de vacaciones vencidas, descanso trimestral y otros beneficios que ya no reciben.
El personal de salud aseguró que el salario que ganan es de un millón 200 mil bolívares y la misma cifra por cesta-tique, para un total de 2 millones 400 mil bolívares al mes, monto equivalente a menos de dos dólares, “cantidad que no alcanza para comer y mucho menos para pagar los pasajes e ir a trabajar”, dijeron.
En el piso dos del principal centro de salud de la región instalaron lo que llamaron el “muro de la vergüenza”, en donde una serie de letreros emitían diversos mensajes alusivos a la crítica situación que les afecta. Además, con ollas vacías y huesos pelados de res, mostraron lo que comen, porque tienen “sueldos de hambre”.
En medio de las peticiones, los voceros de los trabajadores pidieron a la UNICEF retomar la ayuda que brindaba a los centros hospitalarios, porque “era de gran apoyo”.
María Ramírez, secretaria ejecutiva del sindicato de trabajadores, hizo un llamado al Gobierno nacional para que se pronuncie y resuelva el problema de “los salarios miserables”, y destacó que el valor de la cesta básica está por encima de los 600 dólares y ellos perciben tan solo menos de 2 dólares. También pidió contrataciones colectivas para recuperar el poder adquisitivo. “Los trabajadores no aguantamos más estos sueldos de hambre”, aseguró.
El gremio de enfermería también se sumó a la protesta, porque considera que el ingreso mensual es irrisorio.
Rubén Duarte, en representación de sus colegas, sostuvo que el Gobierno nacional tiene que asumir su responsabilidad, porque ellos vienen cumpliendo y dando lo mejor de sí, especialmente en estos momentos de pandemia.
“Nos hemos mantenido en pie de lucha. Les dimos la cara a los pacientes y aún nos mantenemos así”, refirió e invitó a los demás gremios de la salud, hospitales, colegios, sindicatos y federaciones, a nivel nacional, a sumarse a la lucha, porque el problema no es exclusivo de los empleados del Hospital Central. También aseveró que continuarán trabajando en sus instituciones, pero seguirán protestando.
“Sí somos responsables”
El personal del hospital centinela recalcó que son trabajadores responsables, a pesar de las incontables adversidades.
“Los trabajadores de la salud somos responsables y lo demostramos en esta pandemia con la respuesta dada al pueblo del Táchira”, señaló Ramírez.
Por su parte, Duarte recalcó que el personal de enfermería tiene que sacar recursos de donde no tiene para llegar a los puestos de trabajo.
“Queremos decirle a la autoridad única en Salud que deje la falta de respeto contra los trabajadores. Nosotros no somos ‘guarimberos’, no somos irresponsables. La doctora Amelia Fressel no puede decir que somos irresponsables, cuando ni siquiera tenemos para los pasajes y hemos venido a trabajar”, insistió Duarte y añadió que el plan de vacunación fue planificado sábado y domingo, cuando no hay transporte y no tienen pesos para pagar una carrera, y tampoco la posibilidad de llenar el tanque de gasolina.
Derecho a protestar
Al consultar al director del hospital centinela, Régulo Lobo, sobre la manifestación pacífica del personal de salud, el galeno respondió que están en el libre derecho a la protesta, como cualquier venezolano.
“Simplemente, nos mantenemos en calidad de observadores ante los reclamos de los trabajadores por el salario que devengan”, apuntó el director y añadió que para nadie es un secreto que los salarios de las personas del hospital están por debajo de los requerimientos para cubrir las necesidades básicas.
“Personas que gastan más en transporte, que lo que devengan en este centro, siguen asistiendo. Sabemos que tenemos problemas y limitaciones, pero hay una gran cantidad de personal que es admirable, que viene a trabajar por vocación, que no ha abandonado a este hospital, a pesar de no contar con salarios dignos”, finalizó.
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