Raúl Márquez

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El alto costo de los productos de la cesta básica, la escasez de gas doméstico y el hecho de que el esposo de Marisela Coronado no pueda trabajar, tras sufrir un accidente, golpean fuertemente su economía familiar, en medio de la cuarentena decretada por las autoridades como medida de protección frente a la COVID-19.

Esta ama de casa, quien reside en el sector 18 de Febrero, ubicado en las llamadas ‘invasiones’ de San Rafael de El Piñal, comparte su testimonio, lo que ha tenido que vivir en medio de la cuarentena.

La dama, cuenta que para obtener algo de dinero, de vez en cuando, prepara tortas por encargo, cuya demanda ha disminuido en las últimas semanas, por lo que ha optado por venderlas por las calles de la capital fernandense, tal y como lo hacen otras personas que viven del día a día y que aprovechan el horario estipulado por la municipalidad para las ventas.

Coronado relata, que sobrellevar la situación económica ha alcanzado visos de pesadilla, con la llegada del nuevo coronavirus.

«Si en los últimos meses uno venía, como quien dice, sobreviviendo ante el alto costo de la comida, con la aparición del coronavirus, es peor. Es como un castigo terrible. Y más aún con la situación de mi marido, que prácticamente, está incapacitado», precisa.

En ocasiones han podido solventar la situación, gracias a ayudas otorgadas por vecinos y conocidos, dice.

“Muchos saben que mi marido siempre se ha caracterizado por ser un hombre honesto y trabajador, pero en este momento no puede trabajar. De hecho seguimos adelante con la ayuda de mucha gente, a quienes agradecemos en este momento crítico. Dios les pague”, subraya.

Señaló que esperan operarlo cuanto antes, para que se recupere del todo y así tener más opciones de salir adelante.

Vecinos de la dama, coinciden en que comparten con ella parte de ese drama, que torna a agudizarse con el paso de los días.