Regional
Un gato regresó a donde vivía luego de recorrer 19 kilómetros
10 de abril de 2023
Hay muchas historias de gatos que han regresado a sus hogares o a los lugares donde nacieron y se criaron, luego de estar varios días perdidos y sin saber nada de ellos. En la mayoría de casos han recorrido varios kilómetros y llegan en muy malas condiciones, porque tuvieron que afrontar durante mucho tiempo largos y peligrosos recorridos.
Y uno de esos casos ocurrió recientemente en la capital tachirense. Un gato, de 8 meses de nacido y de nombre “Ojitos”, fue protagonista de una historia, digna de contar, demostrando que estos animales están dotados de una serie de atributos que los hacen únicos, razones por las cuales muchas personas se enamoran de ellos.
“Ojitos” es un gato que se encontraba en condición de calle, en un sector de La Concordia. Días atrás los medios de comunicación informaron de este caso y pidieron la colaboración de personas e instituciones, para conseguir adoptantes. El minino, desde cachorro, fue muy arisco y no permitió su adopción, aunque al tener 5 meses cambio su actitud con quien lo alimentaba.
Fue una persona de una casa ubicada en la carrera 10 entre la calle 1 y la avenida 19 de Abril de La Concordia, junto a otros gatos, ya que la comunidad pidió que se retiraran de la zona. El 21 de marzo pasado fue llevado en adopción a una joven que vive en Santa Ana del Táchira, a más de 19 kilómetros desde San Cristóbal; pero se le escapó en la madrugada del otro día.
Una odisea digna de admiración
“Ojitos” apareció el pasado sábado 1° de abril, es decir 11 días después de su adopción, pero en pésimas condiciones físicas, extremadamente delgado, hambreado, deshidratado, con las paticas llenas de ampollas y heridas en todo su cuerpo, como si hubiera luchado con perros, otros gatos o algunos depredadores.
Recorrió los 19 kilómetros de duro trajinar, sorteando los peligros de la transitada carretera, pero llegó a su destino y hoy se encuentra en lo que él considera su casa que lo vio nacer y crecer, quizá impulsado por el amor y las atenciones de las personas que desde muy pequeño le dieron asilo. Ellas lo trasladaron al veterinario para comprobar su salud, siendo diagnosticado con desnutrición, aunque con una salud relativamente buena para toda esta odisea.
El veterinario que lo valoró recomendó que hay que hacerle algunos estudios, pero sobre todo hay que mejorar su hábitat o lugar donde él desea vivir. Pero todo el mundo se pregunta ¿Cómo hizo para transitar un duro trecho? Nadie se explica cómo hizo para trasladarse desde Santa Ana del Táchira a San Cristóbal, lo que comprueba que los mininos no sólo se conocen por tener 7 vidas, sino que son capaces de sobrevivir a las más duras condiciones. (Daniel Useche)