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21 de mayo de 2024
Moscas “negritas” y verdes, de esas que deponen en la piel las larvas productoras de nuches; gusanos que “recorren” metros para entrar a las casas; ratones que “espantan” a la gente cuando salen a la superficie para rebuscar en la basura; zamuros, que muchos por ignorancia espantan porque desconocen el papel importante que juegan al eliminar la carroña, que de otra manera sería terreno fértil para enfermedades; en fin, toda una fauna está creciendo en plena capital tachirense, producto del “desbordamiento” de la basura por todos lados.
Desde el norte al sur, en cualquiera de los puntos cardinales, se ven las montañas de desechos que han formado los habitantes de San Cristóbal, que ya no soportan la basura en el interior de los hogares y van a otros sectores a depositarla, sin importarles el daño que causan a los vecinos, porque lo más fácil es botarla en donde ven un montón.
La autoridad competente en la materia: la Alcaldía, tampoco fiscaliza la situación, que según advirtieron vecinos como Alexis Campos, Oscar Camargo, Carlos Ramírez, Maylen López, Amalia Quintero y Aminta de Vera, entre otros habitantes de sectores de La Concordia, como Plaza Venezuela, 23 de Enero, Pasaje José Gregorio Hernández y Cuesta de Los Colorados, puede generar una epidemia.
Y es que informó la profesora Aminta de Vera, directora de la escuela Juan Bautista García Roa, que hubo niños, antes de Semana Santa, enfermos de diarrea y vómito; de hecho, María Alejandra Segovia lo corroboró, pues sus dos niños se vieron afectados.
Contaron que el cerro de basura, con animales muertos, colocado por personas “inconscientes” a pocos metros de la entrada del plantel, por la carrera 2, casi rebasaba la pared, y los gusanos llegaron al interior.
Informaron que cerca está la cocina, por lo que ante la emergencia, docentes y niños emprendieron, junto con una protesta en la calle, una campaña de concientización para la comunidad, con el fin de que no depositaran la basura en ese espacio… pero -dicen- no han tenido respuesta.
De allí que “corrieron” el basurero y para llamar la atención del alcalde, como -dijeron- la autoridad competente en la materia, la colocaron en plena vía pública, la acera no fue suficiente, pero es tanta la hediondez y las moscas que los establecimientos de comida cercanos no han abierto sus puertas porque según las autoridades competentes, el relleno de San Josecito tiene más de una semana cerrado, pero según los habitantes de los sectores mencionados, desde hace alrededor de un mes no pasa el camión recolector de basura del municipio.
Abundan las moscas
Y es que en este momento la preocupación por un problema de salud pública es generalizada porque, como dijo Carlos Ramírez, entre otros vecinos de La Concordia, son tantas las moscas que no es suficiente espantarlas, lo cual es un peligro a la hora de las comidas, porque la “patean”. “Uno está almorzando y la mesa está llena de moscas” -dijo-.
Maylen López indicó que sus vecinos viven “encerrados”, prácticamente con puertas y ventanas herméticas, “por la ola de gusanos que se meten a sus casas.
La realidad es que las moscas pululan por toda La Concordia y están afectando ventas de comida rápida, restaurantes, colegios, centros de salud, sin que la gente pueda hacer algo porque la situación, según consideran, “está en manos del alcalde, porque aumentaron los impuestos, la tasa por aseo urbano, pero no vemos que eso se revierta en la recolección de basura, porque independientemente de la situación que pueda tener el basurero de San Josecito, es el responsable de la salud de los sancristobalenses por el desbordamiento de la basura”.
Basureros a cielo abierto
Los basureros a cielo abierto que se están formando en las barriadas de San Cristóbal están generando peleas entre los vecinos, sobre todo entre quienes viven a pocos metros y lamentan ver cómo una persona de otra comunidad llega a la suya a dejar sus desechos. Contaron en Las Margaritas que un vecino salió a perseguir a piedras a quien vio dejar la basura a las puertas de su casa y lo amenazó con que la próxima vez no le iba a tirar piedras.
Los vecinos perciben, según dijeron, que las autoridades competentes, el alcalde principalmente, “poco han hecho por solucionar este problema, la gente no dice nada cuando la competencia es del alcalde, siempre lo ha sido, no sé por qué no se habla claro y se le exige al alcalde una solución pronta a este problema, y que busque ayuda en Caracas”.
Mayor vigilancia
Y aunque todos coinciden en esa propuesta, también proponen que el burgomaestre “mande temprano, en la madrugada, a los funcionarios competentes para que fiscalicen y vean a quienes botan la basura y forman estos basureros a cielo abierto; pero, por supuesto, imponiéndole multas de inmediato, porque de otra manera no se va a solucionar, porque el alcalde debe cumplir con el horario que fijó para que pasara el camión compactador que recoge la basura, pero los habitantes también tienen que tener conciencia y no botarla en cualquier lado”.
Durante el recorrido por La Concordia, una cuadrilla de la Alcaldía, con más de veinte obreros, estaba recogiendo en Plaza Venezuela, en la carrera 3 entre calles 5 y 6, la basura, que abarcaba buena parte de la cuadra, incluyendo acera y calzada. Lamentaron haber visto, en quince minutos que tenían ahí, cómo llegaban en camionetas nuevas a botar los desechos. Pidieron conciencia a la población, porque estiman que si la situación sigue así, la ciudad seguirá “inundada” de basura.
Marina Sandoval Villamizar
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