Cincuenta años de ejercicio periodístico a través de lecciones de vida y anécdotas fueron compartidas por el periodista Humberto Contreras durante una entrevista especial concedida a La Nación Radio.
Invitado al programa Perfiles de Mi Tierra, su testimonio da constancia tanto de prolíficas jornadas en busca de la verdad del hecho noticioso, como de la profunda responsabilidad implicada en una profesión cuyo norte es la ética
“El periodismo se basa en noticias que son de interés público, no en chismes. El periodismo poco ha cambiado desde aquellos heraldos que iban de pueblo en pueblo informando lo que era de interés para sus pobladores, bajo la condición que hoy en día se sigue exigiendo al periodista profesional de decir lo más aproximado a la verdad”.
Medio siglo de muchos reconocimientos y premios regionales y municipales, que destacan su vocación gremialista y una apasionada divulgación de informaciones relacionadas principalmente con las fuentes de Economía y Cultura, aunque las demás no le han sido ajenas a su diaria labor comunicacional.
Es un creyente ferviente de la ética periodística, a partir de la cual no sólo se defiende el trabajo del reportero, sino de toda aquella persona que se sienta vulnerada por alguna noticia en particular, siempre y cuando pueda demostrar que su buen nombre ha estado en riesgo, o que se cometió alguna inexactitud relevante.
“El único elemento que vigila y se asegura que se cumpla la ética periodística, es el profesional del periodismo. Hay cosas que el periodista las transmite, son ciertas, y la gente no las cree porque no se hacen virales, y entonces cuestionan al periodista. Puede ocurrir que un periodista percibió algo de determinada manera y se equivocó. Para eso está el derecho de réplica, que es un principio universal, porque una información puede afectar la reputación de una persona”.
Bienaventurado accidente
El destino lo enrumbó al mundo de los medios de comunicación, pues de joven su aspiración se inclinaba a la carrera de Ingeniería de la UCV.
“Yo nunca pensé ser periodista. Estaba estudiando Ingeniería en la Universidad Central de Venezuela, y tenía mucho contacto con los que estaban estudiando periodismo, pues la facultad de Humanidades era vecina. Yo siempre consideré que el periodismo era para las mujeres, no sé por qué. Entré de la manera más inimaginable: Para costearme mi carrera trabajaba como vigilante nocturno, y quién me contrató me prometió que haría guardia en un sitio donde pudiera dormir para que no me afectara los estudios. Me puso a trabajar en la Emisora Éxitos 1090, que hoy es Unión Radio, pero no me acostaba antes de las 12 am porque había un locutor de guardia. Un día el director de la emisora me pidió que yo me encargara de los teletipos, y que cuando ocurriera una información importante pues se la pasara al locutor. Y como yo era muy aficionado a los caballos, la mejor noticia que vi fue cuando un caballo venezolano llamado Cañonero 2 ganó un torneo de la triple corona de Estados Unidos. La saqué y se la llevé de inmediato al locutor, logrando tremendo ‘tubazo’. Por eso me felicitaron al aire”.
El periodismo lo persiguió cuando con su primera esposa y una niña recién nacida, decidió venirse a vivir a San Cristóbal y de casualidad conocería al fundador de Diario La Nación, José Rafael Cortés.
“Da la casualidad que mi papá y el señor Cortés eran muy amigos. En ese día estaba ocurriendo lo que se llamó la independencia de la OPEP con relación a los precios del petróleo, y un día se me ocurrió hacer una nota sin saber que eso era lo que hoy en día se llama periodismo interpretativo, que se tituló En la crisis del petróleo ahora mando yo. Yo sé la lleve al señor Cortés, editor de Diario La Nación, la lee y dice: “Chico, ¿tú no quieres trabajar conmigo?”. Mi primera hija nació en diciembre y yo hablé con el señor Cortés el 18 de enero, y estaba sin empleo ¿A quién le estaban preguntando si yo quería trabajar?”.
Desde sus primeros días Humberto buscó afiliarse al Colegio de Periodistas, y lo hizo certificando su experiencia radial en Caracas, a pesar que desde esos días algunos le decían que ese requisito se podía obviar.
“Hoy lamentablemente el Colegio Nacional de Periodistas está debilitado con respecto a la colegiación, porque hoy cualquiera tiene un programa de radio, cualquiera está invitando para hacer entrevistas, a pesar de que hay una Ley de Ejercicio de Periodismo que establece en su artículo 3 que solamente las personas egresadas de la carrera de Comunicación social y además inscritas en el CNP, son las únicas personas que pueden realizar entrevistas, y las únicas que se pueden llamar periodistas”.
Una pluma por la que la literatura afloraba con gran prestancia, en forma de cuento y poesía, tuvo que aprender por las malas, a través de las indicaciones del aquel entonces Jefe de Redacción de Diario La Nación, Víctor Matos, que el periodismo requería otra forma de escritura.
“Me llamó el licenciado Víctor Matos, y me encomendó hacer un trabajo sobre la suciedad que había dejado en las calles la campaña presidencial de 1973. Al leer mi nota, dijo: “Eso es poesía, así no es”. Claro yo había hecho una nota en que se decía “la ciudad se había vestido de gala porque era una quinceañera en sus ferias”, cuando lo que había que decir era que la ciudad estaba abarrotada de publicidad electoral y se tenía que limpiar. Ir al grano; nada por los caminos largos. Tres veces me devolvió la nota, y esa fue la última vez que me ocurrió algo así”.
Amplia trayectoria
A su reciente etapa en Diario La Nación que ya abarca dos décadas, le antecedió una primera en este rotativo y un transitar a través de Diario El Pueblo, siendo uno de sus fundadores; Diario Los Andes, y Hoy, impreso pionero en el uso de la internet. Además asumió las corresponsalías de Diario Crítica, Revista Bohemia, El Nacional, El Universal y Últimas Noticias.
“La desprofesionalización es algo que afecta a la ciudadanía. El problema de esa situación se está viendo con el auge increíble que ha tomado la desinformación, los fake news, la cantidad de noticias erradas, muchas veces por mala intención, muchas veces porque alguien se copió una noticia sin tener evidencias suficientes de su verdad. Es uno de los grandes retos del periodismo, porque cualquiera agarra un telefonito, escribe algo que acaba de inventar y lo poner a rodar por las redes”.
Le preocupa el riesgo que se ciernen sobre los medios de comunicación convencionales producto del desarrollo de nuevas tecnologías, más enfocadas en la inmediatez de la información y el uso de variedad de formatos. Pero confía que sea lo que sea que habrá de venir, el periodismo no desaparecerá.
“El periodismo por muy digital que sea es lo mismo conseguir una información que sea real para que la procese, ese es el papel del periodista, y difundirla. Lo que sí se adapta a las realidades es los medios es distribuir la noticia y estos cambios han venido desde que desde escribir a mano los periódicos se pasó a la imprenta, a la linotipia. La mayoría de información está siendo consumida hoy por personas que están en la época digital. La formación en el manejo de las redes es fundamental para el periodismo del futuro, sin olvidarse de la ética, la responsabilidad, la obligación moral de decir las cosas que son verdad, de no apoyarse y difundir material del cual no se tenga seguridad, que sea razonablemente cierto. La comunidad lo reconoce a uno como un periodista. Esa comunidad se da cuenta que tú te equivocaste con una información; te llaman, te avisan, te dicen eso no fue así”.
“Me mantiene con vida”
Después de sus padres y su actual esposa, Humberto Contreras le debe al periodismo la vida, pues lo mantiene vivo. Mientras muchos después de los 65 años se excluyen de cualquier actividad productiva, el profesional con ya 77 años siente que aún son muchas cosas que aportar.
“El periodismo me llama, y siempre estamos buscando información y redactando. Seguimos preocupados por el resurgir del periodismo en la región y el país ¿Tú te imaginas un pueblo desinformado? Porque todos los países democráticos consumen información a través de sus medios y además los defienden”.
Consejo final que Contreras transmite a sus colegas nuevos y veteranos, de enfocar su trabajo en función de los medios digitales, y esto requiere especialización constante.
“El objetivo más importante que debe tener hoy el periodismo, es que se maneje la verdad. La lucha es contra la desinformación, contra el manejo loco. No se conviertan en cómplices; y si te llega un contenido y tu instinto te dice que hay algo raro ahí, no lo transmitas. Ya hoy no hay necesidad de conseguir la primicia; pero hay la posibilidad de que por el afán de producir información, pequemos”.
Freddy Omar Durán