Reportajes y Especiales
“Ahora el beato atenderá nuestras peticiones por Venezuela y por la salud”
1 de mayo de 2021
Humberto Contreras
Martín Suárez es un profesor jubilado como Docente 6. Dio clases de Dibujo Técnico en la Escuela Técnica Industrial, y en el Liceo Simón Bolívar. Pero ahora está solo en su casa, porque su familia, incluyendo su esposa, emigró, por la situación del país. Dice que su quincena no alcanza ni para medio cartón de huevos. “Doy gracias a Dios, y a mis hijos, porque ellos están pendientes de mí, pues prácticamente yo estoy aquí solo cuidando la casa”.
–Anoche (jueves) cuando me iba a acostar, pensando en la situación que estamos padeciendo los venezolanos, pensé en José Gregorio. Pensé que ahora él va a estar junto con todos los santos, y como yo creo en Dios, en la Virgen y creo en los santos, me dije, voy a hacerle un altar. Así que esta mañana, me levanté temprano y lo hice.
¿Para qué? Bueno, el profesor Martín tiene sus razones: José Gregorio, dice, siempre conseguía manera, se las ingeniaba, para conseguirle soluciones a los pobres, y mejorar a los enfermos, sin mirar color político, ni dinero. Era un hombre dado, voluntarioso.
–Entonces, anoche pensando, me inspiró nada más que sentir que José Gregorio nos va a ayudar, a intermediar ante Dios Padre, va a ayudarnos con las peticiones que le estamos haciendo a Dios para que nos quite esta pandemia, por el bienestar de toda la humanidad.
— Pero en especial, agrega con entusiasmo y fe, por todos los venezolanos, por el reencuentro con nuestros hijos, y esta carencia, esta crisis que nos tiene agobiados, que uno no haya que hacer. Entonces, eso es lo que le pedimos a mi Dios, ahora a través de José Gregorio Hernández, que cambie esto para bien, porque nosotros nos lo merecemos, somos hijos de Dios.
Preguntamos al profesor Martín si él ha recibido algún favor de José Gregorio. No, responde, pero si tengo testimonio de una tía, que estaba en su lecho sin poder caminar. Ella se inspiró en José Gregorio, y cuando la vimos, un día, que de repente se paró y se puso a hacer oficio, porque él la había curado. La voluntad de ella, y la fe en José Gregorio la levantaron, dice.
Lleno de fe y esperanza, el profesor hizo su altar con devoción la mañana de este viernes, ayer. Dijo que lo retiraría más o menos a las diez de la noche de ese mismo día.
Y, sin duda, la fe de los venezolanos como Martín Suárez, en su representante directo ante el Padre Creador, el Beato José Gregorio Hernández, dimensiona una gran esperanza para nuestro porvenir.