Reportajes y Especiales

Bondad y humildad de David Pérez

28 de diciembre de 2023

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Siempre pide a Dios contar con discernimiento en las labores sociales.Se dedica al mundo de la fotografía, pero las historias y necesidades de los colonenses lo encuentran

Daniela González

Detrás de las cuentas de Instagram @yoamocolon o @Davidpvzla está David Pérez, el joven colonense cuyo espíritu altruista ilumina el rostro de las personas más necesitadas del municipio Ayacucho.

Con su motocicleta como vehículo de solidaridad y su teléfono celular como herramienta de conexión, cada rincón de la jurisdicción en la zona norte del Táchira se ha convertido en un escenario para historias humanas que ameritan la ayuda de terceros.

A través de sus redes sociales, David ha tejido una red de esperanza. La gente responde con generosidad, donando dinero, alimentos o enseres para aquellos que más lo necesitan. La magia radica en la sincera solidaridad que emana de cada acción, demostrando que el buen corazón de sus seguidores en el país o en el exterior, siempre encuentra al destinatario adecuado.

Desde que inició su labor, David evitó revelar su identidad o teniendo protagonismo a través de las donaciones, siempre guiado por la convicción que la verdadera ayuda no busca reconocimiento.

Encomendándose a Dios, confía en que siempre se le muestre el camino hacia aquellos que requieren su intervención.

«Una de las cosas que siempre le pido a Dios cuando me llega una ayuda para entregar, es que sea Él quien me guíe a dársela a quien de verdad la necesite (…) Hay muchas personas que necesitan ayuda pero unos más que otros», contó a Diario La Nación.

Sin llevar la cuenta de cuántas personas han recibido la ayuda de David y de los terceros que se transformaron en esperanza y en el milagro del día. «Con cada historia se aprende, valorando lo que existe y sin pensar en lo que no tenemos», expresa Pérez.

«Dios me pone en el camino y en el momento indicado para que las historias de las personas cambien de rumbo, como la del joven que intentó suicidarse en el puente La San Juana» recordó David, donde logró cambiar el destino del muchacho y a través de las redes sociales entregaron ayudas para su familia que tanto lo ameritaba.

«Yo colaboro también, no sólo busco la manera de ayudar con terceros sino también me gusta ayudar de manera personal», aclaró el también fotógrafo.

Existió un David antes de aferrarse a Dios: «…Siempre he sido fotógrafo de calle, pero antes de eso era mototaxista, y con problemas como todos, teníamos el niño, un día se me dañó la moto, no tenía nada para trabajar y aferrado a Dios comencé a hacer las cosas bien».

Hay un versículo bíblico que dice: «Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan». David siempre lo tiene presente, con ayuda decidió crear su estudio fotográfico, y ahora es su fuente de trabajo al igual que para su esposa y sus hijos, quienes día a día lo acompañan en sus labores diarias y en las labores sociales.