Norma Pérez
En dos horas, aproximadamente, se hace el recorrido por el otrora próspero circuito cafetalero de la parroquia Bramón, en el municipio Junín.
Desde la capital Rubio, hasta llegar a La Pedregosa, la carretera se encuentra en buenas condiciones y las orillas despejadas de maleza. De acuerdo con testimonios de residentes de la zona, la alcaldía, a través de las brigadas comunales de obras públicas, se encarga de cortar la vegetación y hacer el respectivo mantenimiento.
El panorama cambia cuando se toma la vía que conduce desde El Diamante hasta Tres Esquinas, donde comienzan a aparecer tramos dañados, sin capa asfáltica y baches, situación que se agrava al avanzar.
La carretera se vuelve más angosta al seguir hasta el sector conocido como Morretón, pues allí desaparece el asfalto, solo hay un paso de lodo y enormes huecos cubiertos de agua turbia. Es muy difícil para un vehículo transitar por allí y si lo hace, es a riesgo de sufrir una avería, por el mal estado de la calzada.
Ocasionalmente se observa un carro por el lugar; se ven más las motos, que por sus características se adaptan mejor a la topografía del terreno.
Desplazarse caminando tampoco es fácil, pues el barro y los grandes charcos que se forman ponen a las personas en peligro de resbalarse y sufrir un golpe; lo que convierte en intransitables algunas partes.
Las fuertes lluvias que en los últimos días han caído sobre el municipio Junín también contribuyen al deterioro de estas vías de comunicación en las zonas rurales, que requieren con urgencia mantenimiento para facilitar el acceso a estos sectores, donde habitan numerosas familias con la necesidad de movilizarse. Y ni hablar del transporte público.
Rafael Pérez, socio del central de beneficio Productores Asociados “Nancy”, explicó que hace unos diez años, en La Pedregosa, se colocaron regresivas de cemento y este trabajo ha perdurado; anteriormente, la alcaldía del municipio Junín llevaba maquinaria para aplanar el terreno en las áreas destapadas, pero no se ha vuelto a hacer y con las precipitaciones, el daño en la carretera es notorio.
“Esto empeora la situación de quienes aún persisten en mantener los cultivos de café, que en el pasado hicieron famosa a esta zona por la cantidad y calidad de su producto. Es muy difícil cumplir con las tareas, sacar las cargas y llevar los insumos, ante el pésimo estado de las vías”.
Indicó que además hay aldeas aledañas, como El Helechal, donde tampoco cuentan con una carretera acondicionada y esta circunstancia es perjudicial para los productores y habitantes, que sufren las consecuencias.
Si persisten las lluvias en el municipio Junín y no se presta la debida atención a estas rutas para su recuperación, es inminente que muchas comunidades quedarán aisladas, con el perjuicio que esto acarrea para el ya golpeado sector productivo.