Reportajes y Especiales
El dilema sobre si los venezolanos en verdad le quitan el trabajo a los peruanos
23 de enero de 2020
La precariedad del sistema laboral peruano es un tema que todos conocen pero del que pocos hablan, en especial los defensores del libre mercado. Así lo refleja el incidente en el que perdieron la vida dos trabajadores de McDonal’s en un local del distrito de Pueblo Libre, Lima, por falta de políticas de prevención de accidentes y protección laborales. Sin embargo, fue la presencia de los venezolanos lo que devolvió el debate público la informalidad, los bajos salarios y la explotación laboral.
Y es que entre los peruanos sin algún título académico existe la visión generalizada de que los venezolanos los están dejando sin empleo, algo que manifiestan abiertamente. Pero ¿qué tan cierta es esa afirmación? Los economistas señalan que no es una realidad del todo cierta, aunque reconocen que hay un sector que sí ha sido severamente afectado.
Para el exministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Jorge González Izquierdo, el impacto de la presencia de los venezolanos en el mercado laboral no representa mayor amenaza, aunque reconoce que ha precarizado aún más el sector informal y viene afectando de manera directa el sector del comercio y los servicios.
En este sentido, sostiene que en el mercado laboral el fenómeno migratorio se debe medir a corto y largo plazo. En el primero, explica que se reducen los salarios «Aumenta la oferta de empleo y eso reduce los salarios porque los empleadores optarán por contratar al que esté dispuesto a trabajar más por menos dinero sin tener que cumplir con lo establecido en la ley».
Pero en medio de lo negativo resalta que igual se dinamiza la economía en general porque aumenta el consumo, así como el envío de remesas a Venezuela y eso favorece al país a Perú.
En el largo plazo, detalla que aumenta el crecimiento de la economía porque significa la incorporación de una masa laboral calificada en la que Estado no tuvo que gastar dinero para su preparación. «Representa una ganancia porque aumenta la producción y el crecimiento sin mayor gasto en educación».
En tanto, el expresidente del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Farid Matuk, el entorno de la diáspora no debe verse como un fenómeno aislado y que lo que ocurre a los residentes venezolanos en el país inca, también les podría pasar hasta en Estados Unidos.
Mutak, quien vivió en Venezuela y recuerda las oportunidades que el país brindó a sus padres en aquel entonces, dice que los venezolanos no deben sentirse responsables por las acusaciones que se les hace. «Es una regla general, en Estados Unidos se acusa a latinos y afrodescendientes de quitar empleo a los nacionales blancos. Un caso nada diferente a los que se vive aquí en Perú».
El economista y experto en recursos humanos Germán Lora, señala que la presencia de los venezolanos ha dinamizado el mercado pues han puesto todas sus energías en las labores que desempañan, al tiempo de generar cambios positivos en la dinámica de la calidad del servicio y el comercio. Además, agrega que es imposible que los venezolanos reemplacen a los peruanos pues en el área formal las empresas solo pueden contratar a un 20% de personal extranjero.
Pero del lado de la informalidad es claro que han sido explotados pues su necesidad de trabajar, los lleva a aceptar cualquier trabajo con las peores condiciones y es allí donde se produce el abuso.
Por otra parte, José Verona, experto en materia tributaria, enfatiza que los únicos que pierden sus empleos son aquellos que no son capaces de mantenerlos, y acusar a los venezolanos de ser los responsables de esa situación es solo una excusa. “El que es bueno, da resultado, produce, ese se queda; el que no, se va, sea de la nacionalidad que sea”, sostiene.
Señala que la buena actitud de los venezolanos desborda calidad, carisma y amabilidad y ese es un hecho que no se puede ocultar y por eso ha calado bien en algunos sectores de la economía.
Informalidad industrializada
El expresidente del INEI dice que la informalidad ya era un problema antes de la diáspora, no obstante, agrega que ésta no solo trajo personas que querían trabajar sino emprendedores con grandes o pequeños capitales que fueron invertidos en el Perú y están generando empleos para propios y ajenos. Ejemplo de ello son los restaurantes y peluquerías, donde la nacionalidad de los empleados es mixta.
Defiende que el fenómeno se hizo más notorio hace año y medio cuando se empezó industrializar la informalidad. «Antes solo veíamos a los ambulantes (peruanos) ofreciendo sus productos, pero ahora vemos informales en los semáforos con morrales promocionando grandes marcas durante más de 12 horas».
Una ventaja que destacó tienen los venezolanos a su favor es el Permiso Temporal de Permanencia que le ha servicio a algunos (no a todos) para tener un status migratorio legal y la posibilidad de acceder a un empleo.
¿Qué significa ser informal?
Como en cualquier parte del mundo, en Perú ser informal significa que una persona no cuánta con ningún tipo de protección social. «Si se enferma, no tiene dinero para cubrir sus gastos médicos, y si se retira no tendrá ningún fondo para cuando ya no tenga fuerzas para seguir trabajando. Pero eso los informales mueren primero», dice con crudeza Matuk.
Cuando un venezolano o un peruano trabaja sin contrato pierde beneficios como el acceso a la AFP, el fondo de pensiones, o a Essalud, el seguro médico que solo lo tienen los empleados formales, sea de empresas privadas o públicas. Ninguno de estos es gratuito y son descontados mensualmente representando un 14% del salario.
El exministro González Izquierdo afirma que la responsabilidad de acabar con este fenómeno es íntegramente del Estado, pero reconoce que es compleja y se abstiene de proponer opciones.
Otros beneficios que contempla la ley peruana son:
La gratificación, que es un pago adicional que se suma al sueldo. En Perú, la gratificación se entrega en los meses de julio y diciembre.
La Compensación por Tiempo de Servicios (CTS), ahorro forzado dispuesto en la legislación laboral cuyo objetivo es poder hacer uso de este dinero cuando el trabajador pierde el empleo, sea por despido o renuncia.
Utilidades: porcentaje de la renta neta obtenida por la empresas que es repartido entre los empleados.
Por último importante recordar es que 2019 despejó muchas dudas sobre el impacto de los venezolanos en los diferentes países a los que emigraron y el en caso del Perú se comprobó que le generaron al Estado más ingresos de gastos.
Vale recordar el último informe del BBVA Research sobre la diáspora venezolana en el que se evidenció el país recaudó 574 millones de soles adicionales por concepto de Impuesto General a las Ventas (IGV), mientras que para el 2019 se proyectan ingresos de 742 millones de soles extras al fisco. Otro aspecto relevante es que se conoció que Producto Interno del Perú (PIB) creció 4,4% gracias a los extranjeros (venezolanos) en el 2018.
TalCual