Reportajes y Especiales
Inmortalizar los tesoros escondidos #ParajesTachirenses
31 de diciembre de 2024
Juan Alberto Sánchez *
Todo comenzó en 1966 en mi Grita natal, cuando mi papá me regaló una pequeña cámara fotográfica Instamatic 25 de Kodak, comprada en el recordado negocio de Don Tulio Duque, un fotógrafo de miles recuerdos en el pueblo; desde ese momento hasta hoy, he tenido la inseparable compañía de la cámara fotográfica y la pasión por el arte de la fotografía, que he compartido con mi oficio de ingeniero agrónomo.
Vinieron nuevos tiempos y poco a poco fui tomándole el pulso a esta disciplina, logré comprar una de las cámaras fotográficas réflex, más baratas y buenas del mercado en esos tiempos de finales de los años 60s, (450 Bs/104$) la cámara Zenith originaria de Rusia y cuyo manejo era sumamente sencilla, y la vez lograbas excelentes imágenes. Más tarde vinieron otras cámaras mucho más modernas y sofisticadas, que aminoraron el trabajo sin sacrificar la calidad, hasta llegar a donde hoy estamos.
He tenido como todos los contemporáneos, la suerte de haber visto el gigantesco paso tecnológico de la fotografía analógica a la digital, lo que cambió radicalmente el mundo del arte de la fotografía; ahora irrumpió el teléfono celular con excelente cámara fotográfica, que populariza y acerca más la gente a este maravilloso arte; y cada día que pasa, más asombra. Es indudable que los grandes saltos tecnológicos hoy vividos, nos tienen frente a un nuevo paradigma, donde vale muchísimo la creatividad y el sentido artístico de la fotografía.
A través de los años he venido acumulando una serie de material fotográfico convertido casi que, en un testimonio histórico, pues en el baúl electrónico, tengo personajes, motivos, pueblos, calles, épocas, eventos, que van rasgando el almanaque de los tiempos vividos, lo cual sirve de testimonio para futuros tiempos por venir.
Eventos locales como la festividad del Santo Cristo de La Grita, es uno de los testimonios fotográficos que me acompaña y que permiten analizar épocas y tiempos. Las calles de La Grita en soledad cuando la pandemia del covid y tantos otros motivos, hacen posible que atesoremos estos momentos y tiempos, pero a la vez engrandecen el espíritu cuando los compartimos con la gente.
Salir a los campos rurales y agrícola de La Grita y otros municipios es llamativo y confortable, porque cada foto que capturamos deja una huella de ese presente que mañana ya es historia.
Pero además hemos tenido la visión no sólo de plasmar el hecho con el retrato, sino que a ello le hemos agregado como aderezo el contenido de un texto que ejemplifica más la imagen.
Y la satisfacción más grande es compartir todo lo que hacemos con la gente, para animarlos y motivarlos a seguir adelante, labrando el camino de un porvenir que indudablemente será más placentero que el pesimismo.
*Texto solicitado para la Edición Aniversario de Diario La Nación.