Reportajes y Especiales
Los Ospina, una vida política ligada al campesinado
20 de diciembre de 2021
La historia de algunos países no podría comprenderse sin tener en cuenta ciertos apellidos ilustres, máxime cuando esta genealogía ha estado ligada durante más de un siglo aportando políticos del más alto nivel que han contribuido al desarrollo social de Colombia.
A nadie se le escapa que estamos hablando de la tradición y herencia de los Ospina, una familia que arribó en Latinoamérica sobre el año 1500 procedentes de España, concretamente del municipio de Amurrio, pero que rápidamente echaron vigorosas raíces en las tierras andinas, fraguando una historia familiar de la que podríamos hablar como leyenda.
EL CARÁCTER SOCIAL DE LOS TRES PRESIDENTES OSPINA
Aunque la familia Ospina ha aportado diferentes ramificaciones a la línea de la vida colombiana, en este primer análisis nos centraremos en los tres bastiones que supusieron, cada uno en su momento de la historia, los presidentes Ospina, floreciendo una herencia política al alcance de muy pocas familias no solo en Colombia sino en el mundo, con permiso de las genealogías de sangre real.
Pero si su trascendencia por el paso de los años no ha sido una causa fugaz, sino que aún perdura en el sentimiento colectivo, es por el carácter social que tanto Mariano Ospina Pérez (al frente del país entre 1857-1858 y 1858-1861), Pedro Nel Ospina (presidente entre 1922-1926) como Mariano Ospina Pérez (presidente de 1946 – 1950) cultivaron, destacando que la épocas de gobierno de esta familia siempre han traído aparejados grandes desarrollos culturales, mercantiles, pero sobre todo sociales.
Ya sea el milagroso pago de la deuda externa o negarse a la venta de los derechos del ferrocarril de Panamá, a partir de lo cual la nación obtenía cuantiosas ganancias, que gestionó el primer Ospina presidente y además fundador del Partido Conservador Colombiano; la imperiosa época de bonanza económica que se alcanzó con Pedro Nel, quien puso los mimbres para que comenzase a explotarse el café como fuente de ingresos y empleo, así como la creación del Banco de la República durante su mandato; o el asentamiento de las bases de una Colombia moderna que acometió Mariano Ospina Rodríguez, quién destacó por obtener el máximo rédito de sus reservas de petróleo, lanzar el Instituto de Seguros Sociales o crear la Flota Mercante Grancolombiana, los “vinagre”, como se traduce su apellido, no han cesado en dotar al pueblo de infraestructuras y elementos de protección a los campesinos, como supuso la creación en 1948 del Ministerio de Agricultura, impulsando el mundo agrario en colombiana y dignificando las condiciones de vida de los trabajadores del campo.
UN APOYO AL PUEBLO QUE NO ACABÓ CON LOS PRESIDENTES
Pero si bien el último de los presidentes Ospina (el 23º presidente de Colombia) dio por finalizada su carrera política al dejar la presidencia el 7 de agosto de 1950, la trayectoria familiar no murió ese día, manteniéndose muy activa su propia esposa doña Bertha Hernández de Ospina, quien llevó el feminismo a sus propias final conservadoras así como al resto del país. Bertha ejerció como senadora en el periodo 1970 a 1974, y popularizó su célebre columna periodística titulada «El Tábano», una de las más críticas y leídas en la historia del periodismo colombiano, que publicó primero en el periódico El Siglo y luego en La República. Espacio con el que obtuvo el reconocimiento del pueblo, pero que le granjeo muchos enemigos entre los más poderosos del país, incluido el presidente Alfonso López Michelsen, al que doña Bertha acusó de corrupción, y por lo que la revista Semana, dirigida por el hijo del presidente, comenzó un ataque sin cuartel y sin decoro, contra todo lo que se vinculase con el apellido Ospina.
Doña Bertha falleció el 11 de septiembre de 1993 en Fusagasugá, pero familiares, amigos y reconocedores de la labor de su marido ya en el año 1976 comenzaron el mantenimiento de un legado familiar desde la Fundación Mariano Ospina Pérez, que mantienen vivo aún hoy en día el espíritu familiar materializando ayudadas a la investigación agraria, así como proyectos educativos y sociales que no olvidan a las personas con menos recursos, objetivo de las políticas de sus antecesores.
MARIANO OSPINA HERNÁNDEZ, UN SENADOR DIGNO DE SU APELLIDO
Hijo del presidente Mariano y la senadora doña Bertha la descendencia de los Ospina aún seguía latente gracias Mariano Ospina Hernández, quien en su larga trayectoria como concejal (Guatavita ente 1956 y 1958; Itagüí entre 1962 y 1964; Medellín entre 1968 y 1970), posteriormente como diputado a la Asamblea de Antioquia (1964 y 1966) y finalmente alcanzando el Senado de la República (1970 al 1982) de la mano del partido histórico de su familia, el Partido Conservador, siempre demostró un alto grado de sensibilidad con el desarrollo económico del país y la mejora de estado social de los colombianos. Una vertiente que pudo desarrollar gracias a su amplia formación empresarial y tecnológica, así como su férreo amor por la lectura.
LOS HERMANOS OSPINA-BARAYA NO OLVIDAN SU TIERRA
Tras un truculento espacio de tiempo en Colombia donde la cocaína y los carteles se apoderaron del país sembrando el caos y la corrupción, y donde los postulamientos de la familia Ospina contra las mafias supusieron el secuestro y asesinato del menor de los hermanos, Lisandro, el resto de hermanos desarrollaron sus profesiones en otras partes del mundo, siendo por el momento Ángela la última Ospina dedicada a la política ocupando el cargo de embajadora de Colombia en México.
Por su parte Juan Diego, propietario de la reconocida empresa Frudelca, continúa trabajando la sostenibilidad agrícola y producción nacional de jugos, uno de los elementos que le otorgan reconocido prestigio a Colombia.
En último lugar, no por ello menos relevante, Javier Ospina Baraya se ha convertido en uno de los consultores internacionales más requeridos por sus conocimientos en inversión inmobiliaria y nuevas capacidades transformadoras del sector en Europa, lo cual le ha supuesto varios reconocimientos internacionales, planificando su aterrizaje en Latinoamérica donde sobrevuela con varios proyectos de calado internacional.