Reportajes y Especiales
“No importa si es aquí o en la China, en todos lados se trabaja con amor”
29 de agosto de 2020
Karina Colmenares es una médica tachirense que se encuentra en Perú, ejerciendo su profesión en medio de todas estas circunstancias ocasionadas por la pandemia del covid-19, situación a la cual combate con gran fervor y sin poder haber salido ilesa.
La joven venezolana, madre de dos hijos y esposa de un periodista, contrajo el covid-19 al estar expuesta en la primera línea de combate, pero favorablemente superó la enfermedad y se encuentra nuevamente activa, librando esta férrea lucha que la humanidad tiene contra la pandemia.
No obstante, haber resultado infectada no le sirvió para amilanarse, pues la cobardía para Karina no existe cuando de salvar vidas se trata.
“No importa si es aquí, si es en la China o en Pekín, en todos lados se trabaja con amor y muchas ganas, y con toda la intención de ayudar a todos los que se pueda”, recalcó con orgullo.
Esta semana fue dada de alta, junto a su esposo, a quien también contagió como consecuencia de su infección, y de una vez se puso su atuendo de heroína, la bata blanca, y se reincorporó a sus misiones, la de ayudar a ese pueblo inca que con tanto amor la recibió.
“Nosotros, como médicos, nos formamos todos los días para atender a los pacientes y dar lo mejor de sí mismos. Uno debe tener claro que en las buenas o en las malas hay que estar ahí para la gente”, comentó.
No obstante, la doctora no ocultó su temor por ser contagiada nuevamente y, aunque en esta ocasión presentó una sintomatología leve, le aterra la idea de que se complique o llegue a infectar a sus hijos.
Cuadro leve
Colmenares atribuye su contagio al chofer del vehículo que les transportaba de su hogar al centro asistencial, pues este estuvo infectado y tosió dentro del carro, resultando afectada ella y una compañera de trabajo.
Entre los síntomas que la venezolana presentó estuvieron la fiebre, tos leve, dolor de cabeza y de articulaciones, y malestar general.
Ella y su esposo recibieron el tratamiento de parte del Ministerio de Salud peruano, lo cumplieron al pie de la letra, aislados en sus hogares, contando con seguimiento médico, además de la propia experiencia en la medicina que Karina ostenta.
“Trabajé tres días con fiebre y llamé al Ministerio de Salud para que nos hiciera las pruebas… le hicieron pruebas rápidas a todo el personal de trabajo y a mí la prueba larga, porque tenía fiebre, y salí positiva”, relató.
Casi 10 años trabajando en Venezuela
La profesional tachirense, hija de un médico, es egresada de la Universidad de los Andes, en el 2009, cuenta con postgrado de Cirugía General. Laboró en el hospital del Seguro Social hasta mayo 2018, fecha en la que tomó maletas, a su familia y se fue a Perú, estando embarazada de su segundo hijo.
Aunque en un inicio no llegó a ejercer su profesión, Karina tuvo que desempeñarse en otros oficios que le generaran ingresos para subsistir. Fue para el mes de junio, del mismo año, que aprobó los trámites para ejercer la Medicina en ese país, comenzando a laborar en clínicas privadas, en agosto.
Este año presentó la prueba para poder desempeñarse en cargos públicos, la cual aprobó y actualmente se encuentra llevando a cabo el Servicio Marginal (Serums), que es como el rural en Venezuela, para poder formar parte, de manera legal, del Ministerio de Salud peruano.
Llegó a Lima, en donde trabajó en dos clínicas, ocupando el cargo de jefe médico, posteriormente se trasladó a Ayacucho, en donde está destacada en un puesto de salud, que es en Venezuela “como un ambulatorio”.
Agradecida con Perú
Atravesando por un inicio algo difícil, pues como todo venezolano que está en el exterior ha tenido que pasar por situaciones de discriminación, pudo ganarse un espacio en el corazón del pueblo inca, del cual se encuentra profundamente agradecida por haberle recibido con los “brazos abiertos”.
Reconoció que existen ciertas personas que evitaban ser asistidas por ella solo por el hecho de ser venezolana, pues lo asociaban con algunos actos delictivos protagonizados por venezolanos en Perú. Sin embargo, la aceptación fue mayor y con su manera de trabajar supo ganarse la preferencia de muchos peruanos y de sus colegas, quienes incluso estuvieron muy pendientes de Colmenares cuando estuvo enferma por coronavirus, la llamaban y la consentían con frutas.
“Quiero echar al Perú adelante porque estoy agradecida de que me hayan abierto los brazos”, alegó.
Desconoce la situación de salud en Venezuela
Aunque no quiso ahondar en el tema de la salud venezolana, la profesional de la Medicina dijo desconocer la situación, debido a que se encuentra ejerciendo en otra nación y no en Venezuela; no obstante, ha podido percibir algunos problemas, a través de las noticias que llegan allá, de que en Venezuela escasean los medicamentos, insumos de bioseguridad para el personal y los alimentos para los pacientes covid-19.
Lo que más le ha llamado la atención son las cifras de contagio en el sector salud, entiéndanse médicos, enfermeras y todo el personal que labora en los centros asistenciales, por lo que supone que se debe a la falta de apoyo por parte del Gobierno Nacional.
Perspectiva de la pandemia en Perú
Informó que a pesar de que el gobierno peruano les dotó con insumos y materiales de bioseguridad, la cantidad recibida no es suficiente, pues los recursos, mayormente, los destinan a hospitales propios para la atención del covid-19, por lo que le ha tocado a ella misma adquirir insumos por sus propios medios, pues en el centro asistencial en el que está destacada ya ha atendido varios casos positivos.
Manifestó que cierta parte de la población es muy escéptica con el coronavirus, sobre todo la rural, pues piensan que es un invento del gobierno o de los médicos para obtener beneficios personales.
Con la mente en Venezuela
Sea cual sea la razón, o las razones que llevaron a Karina y su familia a emigrar del país, destacó que no deja de pensar en Venezuela y que extraña a sus amigos, familiares y lugares hermosos de esta patria, aferrándose al deseo de regresar en un posible futuro que le garantice mejores condiciones de vida para ellos y todos los venezolanos.
Favio Hernández