“Si todos decidimos votar derrotaremos a este gobierno. Si votamos ganamos, no gana Henri, ganamos como país. Todos debemos enfocarnos en sacar de allí a este Presidente, o acabamos con Maduro, en el buen sentido de la palabra, o Maduro acaba con Venezuela”

Ha aprendido de los fracasos y su mayor aprendizaje lo ha obtenido en la calle, de la gente más humilde. Para Henri Falcón, líder nacional de Avanzada Progresista, el tiempo de Dios es perfecto y aunque aclara que no es un mesías, dice que él lo puso ante este desafío como candidato presidencial en el momento más crítico de la historia económica y política  y social para ser interlocutor e instrumento que ha de “concertar y estabilizar políticamente al país”, y así poder tomar decisiones que permitan solventar los problemas más urgidos de la población y las grandes distorsiones de la economía.

Previo a su recorrido por el mercado Los Pequeños Comerciantes, el terminal de pasajeros y el barrio el Rio, este sábado concedió la entrevista a La Nación. Piensa cada palabra que expresa. Es respetuoso y serio. Tiene buena dicción. Vestía jean, botas deportivas, chaqueta y gorra tricolor. Rayaba hojas blancas ordenadas en una carpeta para ejemplificar sus comentarios a la periodista, mientras su equipo de prensa capturaba fotos para postearlas en sus redes sociales, donde asegura han desatado una “campaña inclemente” tanto los radicales del oficialismo como de lo de la oposición, éstos últimos “me atacan con mayor vehemencia que a Maduro, una cosa sin sentido”, expresa.

Cuenta que ha visitado buena parte del país y  los problemas son los mismos: “No hay alimentos, hay serios problemas de servicios como el gas, el agua potable y la luz, desabastecimiento de medicamentos y gente hurgando en las bolsas de basura. La gente no solo se muere de hambre sino de mengua, porque no hay medicinas. Vas por ejemplo a Ciudad Bolívar, cuna de generación de energía de electricidad, y tienen cortes de de cuatro y cinco horas, vas a Maracaibo y son de doce horas y en San Cristóbal es similar con el gas doméstico más las colas de la gasolina”.

“Y una cosa que es triste -dice- pero es una realidad, somos el único país del mundo donde la gente compra dinero,  ósea donde tu compras un billetes de cien por doscientos cincuenta bolívares; donde se regala la gasolina pero tampoco la hay. En Falcón que debería ser referencia en producción gasífera la gente cocina con leña. En El Tigre que tiene uno de los reservorios de agua de Suramérica y no hay agua. Son más que contrastes, realidades que nos colocan a las puertas de una gran debacle, la situación de Venezuela más que angustiante es desesperante”, describe el candidato presidencial.

Por eso, acentúa,  “hemos decidido salir e ir a donde está la miseria, a los barrios, en esta cruzada que es un desafío pero también un proceso de concienciación colectiva” y se pregunta  “¿Cómo podemos los políticos abstraernos de esa realidad y simplemente escondernos ante esa situación de hambruna, producto de un gobierno incapaz, inepto y de un presidente irresponsable como el que tenemos, de una improvisación permanente que no atina en soluciones sino en complicaciones?”.

Seguidamente, el candidato muestra encuestas, la última de Datanálisis hecha del 19 al 29 de marzo, de cara a cara a habitantes de Caracas, refleja que 65% de la población tiene intensión de votar, lo cual es su fundamento para participar en las elecciones. “La gente quiere un cambio de gobierno porque está desesperada, pero no quiere más violencia, guerra, balas, ni golpes de estado, quiere una salida en paz, y la única posible es votar, como lo establece la Constitución”.   

Sostiene que: “La gente está desesperada, tenemos un proceso hiperinflacionario y una situación de extrema gravedad, razón por la cual 66,8% de la gente no está de acuerdo con abstenerse de votar  y 82% de la gente rechaza este gobierno y al nefasto presidente. Y, asegura, a 43 días de las elecciones, si hoy se hicieran las elecciones nosotros derrotaríamos a Maduro, a pesar de la campaña inclemente”.   

—Que hoy tengamos siete puntos por encima de este Presidente, incapaz e inepto llamado Nicolás Maduro, nos permite hacer reflexión sobre las condiciones políticas que son únicas y nos muestran la mejor oportunidad que ha tenido la oposición en los últimos 19 años, hay un colapso general en el estado venezolano, con un proceso hiperinflacionario en curso que devoró los salarios y genera miseria, pobreza, hambre; y tienes al chavismo comulgando por un cambio porque no acepta la conducción de ese mandatario— subraya el candidato.

Falcón no cree en la reelección indefinida y señala que: “Aquí se trata de un gobierno de unidad y transición nacional para luego establecer un nuevo esquema de gobierno reconciliar al país e iniciar la reinstitucionalización del estado venezolano y empezar aplicar un verdadero modelo económico que se ajuste a los estándares mundiales y empezar a restablecer nuestra relaciones con los demás países”.

Cuestiona: “¿Qué le están proponiendo al país aquellos políticos que dicen hay que abstenerse? ¡Nada! ¡Son políticos de la nada! ¡Eso es irresponsable!” –exclama al tiempo que advierte que: “No nos vamos a dejar amedrentar por nadie, aquí debe privar el criterio, se trata de la responsabilidad frente al país y la historia. Aquí no se trata de dejarnos chantajear sobre la presión de los intereses insanos de quienes han abordado los extremos para alejarse de la realidad de la gente”.

“Pusimos en el debate la tesis de la dolarización porque todo está dolarizado en el país, vas a comprar un apartamento, un carro, una batería un caucho lo que sea, menos los salarios. Hay 40 economistas trabajando en eso, no es populismo, es para derrotar la mediocridad del gobierno frente a la hiperinflación que se traga al país”, reflexiona Falcón.

También alerta que: “Si no hay una rectificación a tiempo de las organizaciones partidistas que llaman a la abstención el pueblo llano no aceptará ese lineamiento y saldrá a votar”, al tiempo que revela “hay sectores que se le han acercado y están reconociendo que se equivocaron”.

—¿Teme que por la falta de unidad con los demás factores de oposición pueda perder las elecciones?

—Puedo tener mis reservas, como de hecho las tengo. Sin embargo, no veo como mis adversarios ni a la MUD ni al Frente Amplio Por la Democracia. Por el contrario, hoy más que nunca somos aliados y tenemos un propósito común, he allí la vinculación con las dos expresiones de venezolanos, y es cambiar a este gobierno lo más rápido posible— recalca.

—¿Le ha pasado por la mente renunciar a su aspiración presidencial?

—No, no. Y en eso quiero ser categórico. Ahora que mantengo una postura seria, responsable, que le estoy dando al acara al país cuando muchos políticos se esconden y no plantean nada sino esa presión, yo les digo, olvídense de eso, dejen de buscarle las cinco patas al gato, ¡nosotros no vamos a renunciar! ¡Candidatura ganadora no se retira!—afirma Falcón      

Explica que: “Yo pudiera hablarle a los dos sectores extremos. Los que quieren ponerme peines en el camino como el peine de Catia, que ya lo sabía, instalan cuarenta personas allí, ellos creían que me iba a devolver y dije no ahora voy más rápido, porque si hago lo que quieren terminan imponiendo su cultura de violencia, ó sea los territorios no son de los venezolanos sino de una visión ideológica de un partido que se impone con un grupo minoritario. ¡Eso no puede ser!”   

Añade que: “Igual con los del otro lado (oposición) que inventan cosas sobre mí en laboratorios de guerra sucia, ¡ah porque ahora soy aliado del chavismo, pero cuando fui jefe de campaña de Capriles no lo era! Pero tampoco era chavista cuando me opuse a la expropiación de Polar, siendo gobernador y me enfrenté al gobierno cuando tenía 60% de popularidad y el barril de petróleo estaba en cien dólares, ahí no lo era”, reprocha.

—¿Usted aceptaría contarse en unas primarias si la oposición se decide participar?

—Quiero ser en esto claro,  el cuide al asunto pareciera que es ese. Tuvimos la posibilidad de elegir un candidato durante un año, en los últimos tres meses estuvimos echando carrera, pudiera decir uno que otro tenía reserva sobre la participación, todos querían participar y tenían candidato, pero todos querían ser. Ahora, pregunto yo: ¿el asunto es el país o un partido o un cargo o el interés de una pequeña coalición de partidos?—cuestiona Henri Falcón

— ¿No aceptaría contarse en primarias?

—Ahí está todo el problema de unos sectores, por eso digo, siempre estaremos en la oposición pero con posición, sin hipocresía, y me conocen, me conocen, y saben que yo no soy manipulable, porque no soy títere de nadie—afirma.

—Es decir ¿no?

—No—sentencia.

—¿Cómo convencer al electorado que teme perder los beneficios sociales como los alimentos Claps,  bonos y ayudas si vota por usted?

—Les digo que no tengan ninguna duda. Programa social  que funcione dirigido a sectores en condiciones de exclusión, de vulnerabilidad, serán no solamente reconocidos, sino mejorados y ampliados, porque no pueden ser para partidos, sino de un Estado para la gente. No vamos a abandonar a los pobres, les vamos a reconocer sus necesidades pero también su dignidad y vamos a mejorar todo cuanto haya que mejorar, nadie quitará nada, por el contrario, generaremos políticas que incidan en el mejoramiento y calidad de vida de todos, incluyendo a la clase media que está muy reducida y también sufre—asevera Henri Falcón.   

Leidy Zafra

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