La sospechosa se trasladaba a Barinas en una unidad de transporte público que había partido desde San Cristóbal, según lo expresado por voceros militares

Armando Hernández

Un ama de casa que viajaba desde San Cristóbal, con destino a la ciudad de Barinas, fue aprehendida por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana en el puesto de control de Vega de Aza, donde se detectó que en el interior de su cuerpo transportaba un envoltorio de cocaína que, de acuerdo con las investigaciones, fue introducido al país desde territorio colombiano, a través de los pasos ilegales conocidos como trochas.

Voceros del Comando de Zona No. 21 Táchira de la GNB dijeron que los efectivos militares, adscritos al Destacamento No. 215, desarrollaban labores relacionadas con la operación militar “Escudo Bolivariano 2021” y la aplicación y cumplimiento de las normas de bioseguridad destinadas a prevenir y combatir el COVID-19, cuando llegó al antiguo peaje La Restauradora, ubicado en la vía al llano, sector Vega de Aza, una unidad del transporte público que había partido del terminal de pasajeros de La Concordia.

La buseta se dirigía a la ciudad de Barinas y al momento de realizar la correspondiente revisión de equipaje y solicitar los documentos de identidad a los pasajeros, se observó que una mujer asumió un comportamiento de gran nerviosismo y eso llamó la atención de los uniformados, que al revisar su equipaje no encontraron nada anormal.

La pasajera, de nombre Y. N. González, con residencia en Barinas, fue llevada al área de requisa por parte del personal femenino y fue en ese momento que se encontró entre sus partes íntimas un envoltorio, de forma cilíndrica, contentivo de una sustancia que mediante experticias fue identificada como cocaína, para un peso de 325 gramos.

La sospechosa fue inmediatamente detenida y colocada a las órdenes del Ministerio Público, acusada de supuesto tráfico de droga, en tanto que se sigue con las investigaciones para establecer la identidad de sus contactos. El teléfono celular de la mujer fue retenido y entregado a la fiscalía, para que esta autorice su revisión por parte de expertos, destinada a obtener pistas sobre otros implicados, particularmente de integrantes de una banda binacional que se encarga de contactar a las denominadas “mulas” del narcotráfico.