A pocos días de haber sido perpetrado un homicidio que conmocionó a los vecinos de Coloncito, municipio Panamericano, funcionarios del Cicpc, adscritos a la delegación municipal La Fría, lograron aprehender al presunto responsable.

Se trata de un hombre conocido con el alias de Cejas, un individuo que, aparentemente, manifestaba abiertamente una actitud violenta, sobre todo al momento de ingerir licor y, presuntamente, también sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

La captura la practicaron la semana pasada, en Coloncito, y ya se encuentra privado de libertad.

A este hombre se le sindica del homicidio de Énder Alberto Herrera Roa, de 30 años, un comerciante informal de ropa que compraba mercancía en Cúcuta, Colombia, y la vendía en la capital de Panamericano.

Este individuo residía en el barrio 19 de Abril, muy cerca del barrio Bicentenario, donde se ubica el campo deportivo o polideportivo Isaac Duque, en cuyo baño hallaron asesinado a Roa, la mañana del sábado 18 de diciembre.

El cadáver ensangrentado de Herrera Roa yacía en el piso de la sala de baño. Estaba semidesnudo, solo tenía un bóxer a la altura de los tobillos. Estimaron que tenía al menos unas 30 heridas producidas por arma blanca, sobre todo en el rostro y pecho.

En la escena del crimen, entre otras evidencias, el Cicpc incautó un pico de botella.

Las primeras indagaciones practicadas por el Cicpc daban cuenta que la víctima fue vista por última vez con vida a avanzadas horas de la noche del viernes 17 de diciembre, en compañía de Cejas y dos adolescentes.

Testigos los vieron compartiendo, ingiriendo licor, a escasas dos cuadras de la instalación deportiva; incluso, en un momento de la noche, aseguran que Énder fue hasta su casa e invitó a un hermano a acompañarlos, pero este se negó, por lo que regresó con los tres hombres.

Inicialmente, uno de los mencionados adolescentes fue aprehendido por Politáchira, por cuanto se presumía que era de interés en la investigación, pero fue puesto en libertad posteriormente, razón por la que se desconoce si los menores tuvieron alguna implicación directa en el crimen.

En cuanto a Cejas, también se dijo que acostumbraba llevar con él un arma blanca, tipo navaja, elaborada de manera artesanal, con punta en forma de “pico de loro” y que, quizá para intimidar, ocasionalmente decía: “quiero ver sangre”.

Luego del crimen, Cejas se comunicó con una amiga que tenía en común con la víctima y cuando ésta le sugirió que en el pueblo se comentaba que él había sido el asesino de Énder, el iracundo sujeto le advirtió que se quedara callada o podría pasarle lo mismo. (MB)