Fugados nueve reclusos del Destacamento de la GNB de La Pedrera
26 de abril de 2024
Por Armando Hernández
Una mujer que pensó realizar un buen negocio, al comprar a precio de oferta un carro que estaban ofreciendo a través de las redes sociales, pasó por los momentos más terribles de su vida, pues fue directamente a una trampa tendida por los delincuentes, que no solo la atracaron, despojándola de más de seis mil dólares que llevaba para realizar la negociación, sino que además le dieron un tiro a su madrastra, le robaron su propio vehículo, con su hijo de pocos años en su interior, y hasta les quitaron sus teléfonos celulares, situación que obligó a una amplia movilización por parte de los diferentes organismos de seguridad de Ocumare del Tuy, estado Miranda, donde ocurrieron los hechos, el pasado viernes, en horas de la tarde.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Cicpc, suministraron detalles sobre el caso, a manera de advertencia, pues a pesar de los llamados que se han hecho a los ciudadanos y ciudadanas para que asuma sus propias precauciones al momento de comprar vehículos y otros artículos ofrecidos través de las redes sociales, no los toman en cuenta y quedan en situación de alta vulnerabilidad ante los delincuentes que utilizan esa vía para conseguir incautos, convirtiéndose en víctimas fáciles, ya que acuden “mansamente” a los sitios donde les citan, en condiciones desfavorables.
Oferta llamativa
Todo se inició a mediados de la semana pasada, cuando una ciudadana, de nombre Yeisbel del Carmen R. B., de 26 años de edad, se encontró con un aviso en la plataforma Marketplace, de Faceboock, donde ofrecían un carro de modelo reciente a buen precio. La oferta llamó su atención, de manera que, con premura, contactó al vendedor a través de una cuenta en redes sociales, para coordinar una cita que le permitiera ver el vehículo, tipo camioneta, y realizar sin pérdida de tiempo la correspondiente transacción.
La mujer fue citada al sector San Basilio, en Ocumare del Tuy, estado Miranda, donde podría ver el automotor y proceder a su inmediata adquisición, si llevaba el dinero, exigido en dólares americanos.
La joven mujer no sabía que el sitio de reunión era uno de los lugares más peligrosos de Ocumare del Tuy y sin pensarlo mucho se trasladó al lugar acordado en un vehículo de su propiedad, marca Chevrolet, modelo Cruze, color azul. Para mayor tranquilidad, se hizo acompañar de su madrastra, de nombre Fabiola, y su pequeño hijo Samuel, de solo cinco años. Su intención era concretar la compra del automotor por el precio acordado y que el mismo fuera llevado por la madrastra a su casa en San Jacinto, Maracay.
Violento atraco
La compradora y sus acompañantes llegaron a la zona acordada con el vendedor, pero no había nadie esperando.
Para ganar tiempo, ingresaron a una pequeña bodega a fin de comprar refrescos y chucherías. Estando en ese lugar, recibió una llamada en su celular por parte del supuesto vendedor, que le solicitaba dirigirse a un lugar cercano, donde estaba el carro que quería comprar.
Ella solicitó al bodeguero que le explicara cómo llegar a ese lugar y al percatarse que estaba realmente cerca, abordó su automóvil para dirigirse al sitio. Apenas llegaron y las dos mujeres bajaron del carro, fueron rodeadas por tres hombres que, armados de pistolas, les notificaron que se trataba de un atraco y debían entregar los dólares que habían llevado, seis mil cien en total.
Yeisbel del Carmen intenta oponer resistencia y su suegra se enfrenta a uno de los delincuentes, despojándolo de su arma, lo cual hace que otro de los sujetos le dispare, hiriéndola en una pierna. El trío de delincuentes aborda el carro de las víctimas, en el cual escapan a alta velocidad, sin percatarse que el niño de cinco años se encontraba en el automotor.
Mientras la dama herida era trasladada al Hospital General de Ocumare del Tuy, los vecinos, alertados por los disparos, se comunicaron con la policía, que poco después llega para hacerse cargo del caso. La presencia del niño en el carro robado activa los mecanismos de seguridad y se aplica el “cierre de la ciudad”. Las medidas dan resultado, pues poco después el carro es encontrado, abandonado en una de las calles de Ocumare, cerca de donde ocurrió el robo. El pequeño estaba en su interior, sano y salvo.
Exceso de confianza
Las consecuencias de esta compra a través de internet fueron desastrosas, ya que la dama perdió sus seis mil cien dólares y también sus teléfonos celulares, la madrastra fue herida de bala y ambas estuvieron en peligro real de ser asesinadas. Casi pierden su propio vehículo, además del gran susto por lo ocurrido con el niño, a quien los ladrones mantuvieron en su poder por varios minutos. En este caso se evidencia un exceso de confianza y la ausencia total de medidas de prevención y protección, según lo consideran representantes del Cicpc, que en múltiples oportunidades han instruido a las personas sobre la manera de asumir la compra de algún objeto a través de las redes sociales.
De momento, las investigaciones están a cargo de la Dirección de Investigaciones de Delitos Contra la Delincuencia Organizada y la División Nacional de Investigaciones Contra Secuestros, en el estado Mirada. Existen pistas para lograr la captura de los asaltantes.
Funcionarios de las Brigadas Contra la Delincuencia Organizada y Contra Delitos Informáticos, de la delegación estadal Táchira que comanda el comisario general Jorge Luis Túa Rodríguez, advierten sobre la poca confiabilidad que tienen las ofertas que se hacen a través de las redes sociales, puesto que estas son utilizadas para cometer delitos, particularmente estafas y fraudes de diversos tipos. Citan el caso de María, con la oferta de dólares a nombre de personas conocidas, que pese a ser algo conocido y las múltiples recomendaciones de las autoridades, los delincuentes siguen haciendo de las suyas y dejando víctimas en todo el territorio nacional. María ha cambiado de nombre en múltiples ocasiones, pero en esencia su modus operandi es el mismo. Es una práctica delictiva vieja, muy difundida y conocida; sin embargo, de manera sorprendente, la gente sigue cayendo, se comentó luego.
Continúan las ofertas engañosas de gangas, regalos, obsequios y muchas cosas más a través de la red WhatsApp, y la gente cándidamente cae. En muchos de los casos ocurre el robo de datos para cometer fechorías. Las personas deben asumir las ofertas con mucha precaución y desconfianza. En repetidas oportunidades se ha advertido a la ciudadanía que no preste sus cuentas bancarias, utilizando el eslogan “Si prestas tu cuenta bancaria, la sentencia saldrá a tu nombre”, pero eso sigue ocurriendo y el número personas aprehendidas por este concepto va en aumento. Cuando la gente se adentra en redes, alentada por una oferta engañosa, comienza un tránsito plagado de peligros, acotó luego el informante.
El director nacional del Cicpc, Douglas Rico, se ha colocado frente a una campaña nacional destinada a prevenir los delitos informáticos, no solo explicando a la ciudadanía la manera como son cometidos y advirtiendo sobre las precauciones que se deben adoptar, como medida de precaución. El Cicpc, en todo el país, está disponible para cualquier consulta y orientación. De hecho, en el estado Táchira se mantiene una política de atención al público durante las 24 horas del día, conforme lo ha ordenado el comisario Jorge Luis Túa. Aquella persona que desee comprar un vehículo, ofrecido o no a través de las redes sociales, debe acudir ante los organismos competentes en busca de asesoría, no solo en lo que se refiere a las estafas a través de la internet, sino de otro tipo, porque puede terminar comprando un carro robado, solicitado o involucrado en líos judiciales, lo cual se convertirá en un gran problema, que incluso le llevaría a perder el vehículo y el dinero. El director regional de la Policía Científica ha girado instrucciones de asesorar a las personas que así lo requieran, no solo en la sede principal del Cicpc Táchira, ubicada en la avenida Marginal del Torbes, en San Cristóbal, sino que también se puede acudir a cualquiera de las oficinas en Rubio, San Antonio del Táchira, Ureña, La Fría y La Grita.
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