El cadáver fue hallado en la trocha Chaparral, que une a Villa del Rosario con Los Patios

Jonathan Maldonado

Muchos estados de WhatsApp, de habitantes de la frontera, mostraron el luto que sentían muchas familias tras conocerse el asesinato de Jesús Antonio Mattar, hombre oriundo de San Antonio del Táchira.

La consternación se apoderó de cientos de personas. Mattar era muy conocido y apreciado. Con 52 años, estaba viviendo con su familia en una urbanización de Villa del Rosario. En sí, nunca se había distanciado de su tierra. Siempre mantenía contacto con su Villa Heroica.

Tonny, como le llamaban, trabajaba en la actualidad como transportista informal. Usaba un Spark, color azul, para hacer sus carreras. El viernes 17 de marzo, a la 10:00 a.m., fue la última vez que sus familiares lo vieron con vida.

Pasaron las horas y Mattar no aparecía. La incertidumbre y preocupación comenzaron a apoderarse de sus parientes. Yeimy Mattar, hijo, se comunicó con el equipo reporteril de La Nación para reportar la desaparición de su progenitor.

La nota se publicó, pero en menos de cinco horas de haber salido el reporte, se conoció la trágica noticia: El quincuagenario había sido asesinado en la trocha Chaparral, que comunica a Villa del Rosario con Los Patios.

El cuerpo sin vida del sanantoniense se hallaba tendido sobre el asfalto. Según el reporte preliminar, presentaba varias laceraciones y un golpe en el rostro.

A Mattar también lo recuerdan por su rol de comerciante durante la frontera pujante, la de antes del cierre de agosto del año 2015. Vivió en el barrio Ocumare del municipio Bolívar.

Este caso, como muchos otros, está bajo investigación de las autoridades competentes en el vecino país. Norte de Santander sigue en ascenso en torno a las cifras rojas. Ciudadanos claman a las gobernantes no permitir que el escenario continúe descontrolándose.