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Sucesos
Degollado y con un disparo en la cabeza localizan cadáver de joven en El Mirador
23 de diciembre de 2019
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identificado como Yirvin Escalante Dávila, se especula que fue víctima de integrantes de grupos generadores de violencia, que ya le habían advertido que dejara la zona de Zorca, debido a que estaba acusado de supuestamente cometer robos en pequeños negocios y casas de familia
Presuntos integrantes de grupos generadores de violencia serían los responsables de la muerte de un joven de Zorca, cuyo cadáver, degollado y con un impacto de bala en la cabeza, fue encontrado en horas de la tarde del pasado jueves en un potrero cercano al Cementerio Metropolitano El Mirador, zona donde ocho días antes fue localizado el cuerpo de un hombre, supuestamente víctima de «ajusticiamiento».
Voceros policiales manifestaron que la víctima, a quien identificaron como Yirvin Escalante Dávila, venezolano de 26 años de edad, era conocida en el sector de Zorca, donde tenía residencia, ya que se le atribuía una serie de pequeños robos en bodegas y residencias, así como el supuesto hurto de material estratégico, cobre, aluminio y otros metales, que vendía a fundidores y chatarreros.
Funcionarios de la División Contra Homicidio Táchira, que comanda el comisario José Salcedo, se trasladaron hasta el lugar de los hechos, una vez que los vecinos notificaron la localización de una persona sin signos vitales, entre la vegetación, cerca de un basurero adyacente al cementerio, en la misma zona donde ocho días atrás fue encontrado el cadáver de Nelson Enrique Gutiérrez Franco (43), de nacionalidad colombiana y con residencia en Rubio, a quien le apreciaron heridas de bala en el tórax.
Cuando los detectives llegaron al lugar se encontraron con personas que conocían a la víctima y colaboraron con su identificación. Explicaron que se trataba de un joven con problemas de conducta, a quien en una oportunidad habían intentado asesinar y resultó herido de bala al ser atacado por desconocidos.
Durante el desarrollo de las primeras averiguaciones, los investigadores lograron obtener información sobre el fallecido y sus andanzas. A Escalante Dávila le habían advertido en varias oportunidades que dejara la zona, por su bien, ya que supuestamente se había convertido en un problema para la comunidad, y de no hacerlo sería eliminado, según les comentaron a voceros policiales.
Se dijo que esa amenaza directa provenía de grupos generadores de violencia, pero no se conoció a qué banda se referían concretamente en esta situación. El joven terminó muerto en un potrero de El Mirador, vía a Barrancas, parte alta, y al momento de proceder al levantamiento del cadáver se le observaron dos extensas heridas a nivel de la garganta y una herida de bala en la región occipital, con tatuajes o rastros de pólvora, lo que hace suponer que fue hecho a corta distancia. En sus muñecas tenía señales de amarre.
Trascendió en medios policiales que las investigaciones están buen encaminadas, pero no se revelaron otros detalles. Al parecer, a Yirvin Escalante Dávila lo sometieron hombres armados, que lo amarraron y lo obligaron a subir a un vehículo, en el cual lo trasladaron hasta la zona de El Mirador, donde le dieron muerte.
Tampoco se dijo si en los homicidios de Escalante y Nelson Enrique Gutiérrez Franco existe algún tipo de conexión, a pesar de los puntos de coincidencia que se observan en el modo operandi de ambos casos.
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