Sucesos
Desde Chile fraguaron el homicidio del sancristobalense Néstor Avendaño
21 de febrero de 2022
Las investigaciones que en Colombia realizan en torno a esclarecer el homicidio del joven sancristobalense Néstor Alexánder Avendaño Barroso, de 20 años, han determinado que el hecho fue fraguado desde Chile, en complicidad con la banda criminal llamada el Tren de Aragua, que opera en la frontera entre Táchira y Norte de Santander, y más amplia y abiertamente en La Parada.
Las indagaciones practicadas por las autoridades neogranadinas revelaron que el presunto autor intelectual del sicariato es otro tachirense, plenamente identificado y radicado en Chile, con quien Néstor tuvo un altercado violento poco antes de regresar al Táchira para disfrutar de las fiestas decembrinas con su familia.
Se dijo que la situación violenta (la cual no fue precisada en detalle) entre el muchacho asesinado y el otro parecía haber sido olvidada por el primero; sin embargo, no fue así, de acuerdo con los investigadores.
El hecho es que el hombre, ahora considerado autor material, para vengarse de Néstor, se habría puesto en contacto con el grupo de delincuentes que opera en La Parada y, tras llegar a un acuerdo económico o pago por el crimen, les suministró todos los datos personales.
Incluso fotos de Néstor, de manera que lo asesinaran cuando intentara regresar a Chile, tal cual lo tenía previsto hacer la víctima durante los primeros días del mes de febrero.
De manera que, una vez los asesinos tuvieron conocimiento de que Néstor había ingresado a suelo colombiano, comenzaron a seguirle los pasos.
Al tenerlo ubicado en el barrio Cundinamarca, de Cúcuta, donde por varios días alquiló una habitación en un inmueble de dos pisos, aguardaron el momento indicado para acabar con su vida.
La corta vida de Néstor o Pollito, como lo llamaban sus más cercanos, se desarrolló en San Josecito, municipio Torbes, donde vivía con su familia y era apreciado por sus vecinos. Su pasión musical era el vallenato, el Binomio de Oro, más concretamente.
Lo definieron como una joven alegre, que gustaba de los soundcard y la cerveza, los fines de semana.
Pero, según sus allegados, en un momento aciago solo se “ganó” ese enemigo, que a la postre y por venganza lo mandó a matar, pese a que habían sido amigos.
Dos años antes de su muerte, había emigrado a Chile con algunos de sus parientes. Allí le dieron la oportunidad de trabajar, vendiendo y comprando vehículos.
El 13 de febrero, un día después de ser asesinado, regresaría a ese país para seguir con su vida.
El sicariato
Cuando estaba por retornar a ese país, el miércoles 9 de febrero, Néstor les manifestó a otros dos parientes con los que iba que se quedaría unos días en Cúcuta, pues visitaría a su novia en Cúcuta, y luego los alcanzaría en Chile.
De manera que ese mismo día alquiló una habitación en la calle 12-A entre avenidas 19 y 20. En el primer piso del inmueble funcionaba el billar donde lo asesinaron tres días después, el sábado 12.
En una hora determinada de esa tarde, Néstor y la muchacha bajaron al billar y compartieron por algunos minutos con un amigo con el que habían acordado reunirse para conversar.
Repentinamente, un pistolero irrumpió en el lugar y a mansalva le disparó al muchacho, en al menos 9 oportunidades, resultando herido en una pierna, levemente, el amigo.
Mientras el asesino huyó en una motocicleta, Néstor murió en el sitio. La muchacha tomó su celular y llamó a sus familiares para darles la trágica noticia.
Una comisión de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) arribó al sitio, al poco tiempo, para la inspección técnica correspondiente.
Los investigadores han analizado varios videos de las cámaras de seguridad del sector, donde se observa cuando el pistolero llegó en la moto, se bajó y, sin quitarse el casco, entró al negocio y le disparó con sevicia a Néstor Avendaño.
Con las imágenes esperan identificar rápidamente al homicida para lograr su captura, en tanto que el móvil que tanto querían establecer, que todo indica fue la venganza, ya lo tienen.
Luego de los trámites de ley, el cadáver les fue entregado a sus parientes para que lo trasladaran al Táchira, siendo velado el martes, en San Josecito, y sepultado al día siguiente.
Miriam Bustos