Aspirante a novillero Eloy José ante un compromiso de altos quilates
24 de abril de 2024
El criminal con su banda se dedicaba a extorsionar a comerciantes y empresarios, a violar y asesinar, a vender droga, entre otros delitos. También había fundado una organización para acercarse a los más jóvenes y arrastrarlos a su banda
Raúl Márquez
Con la muerte de “El Conejo”, este viernes 24 de marzo, llega a su fin uno de los episodios más violentos de la criminalística en el centro del país. Extorsiones, homicidios, secuestros, ataques a comandancias policiales, son parte de los actos delincuenciales ejecutados por Carlos Enrique Gómez Rodríguez y su banda.
Vale recordar que en la población de Tejerías, en el estado Aragua, conocían a alias “El Conejo” desde que era un niño, puesto que nació en el sector. Por un tiempo no le vieron el rostro y se comentó en el pueblo que estuvo preso, pero no les consta.
“Aquí no le dicen ni Conejo ni malandro, le dicen el ‘Deportista’. El Deportista dice que hoy hay reunión y hay que ir”, comentó a periodistas de InSight Crime un residente de Tejerías bajo anonimato.
Medios de comunicación a nivel nacional coinciden en resaltar el temor que generaba en la comunidad este delincuente y su banda, cuando extorsionaban a empresas de la zona industrial de Tejerías y a pequeños comercios.
En este sentido, los que no pagaban, sufrían las consecuencias, como le sucedió a la Galletería Puig, a la que incendiaron en 2019, de acuerdo con investigaciones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas –CICPC-.
Más allá de la actividad criminal, Gómez Rodríguez se enfocaba en tener control social; y para hacerlo, creaba fundaciones. Tal como el Tren de Aragua, que tenían la Fundación Somos El Barrio JK, “El Conejo” fundó Pies Descalzos.
A través de esta, el delincuente distribuía medicinas y almuerzos solidarios a los más necesitados de la comunidad. También organizaba actividades con niños y adolescentes, en las que conectaba con ellos, con el fin de atraerlos a la pandilla.
En los últimos tiempos, había establecido alianza con Carlos Revette “El Koki”, quien pertenecía a la estructura delictiva que operó en la Cota 905 y el cual fue abatido el 8 de febrero de 2022, precisamente en Las Tejerías, cuando enfrentaban a los organismos policiales.
Para conmemorar la muerte de “El Koki”, el Conejo y otro de los pranes más buscados de Venezuela, Wilexis, al parecer coordinaron acciones el 18 de febrero. En las montañas alrededor de Tejerías, unos 40 miembros de la banda de El Conejo hicieron disparos al aire en señal de respeto, según el relato de un periodista venezolano.
“Antes de ser abatido por los cuerpos de seguridad del Estado, El Conejo burló el llamado Sistema Defensivo Territorial, puntos de control, peajes y destacamentos de la Guardia Nacional Bolivariana en más de 600 kilómetros de trayecto entre el centro del país y el estado Sucre, donde se escondía”, destacó Rocío San Miguel, presidente de Control Ciudadano para la Seguridad y las Fuerzas Armadas.
Por su parte, el almirante Remigio Ceballos, ministro de Interior, informó al país que también detuvieron a 36 delincuentes de la banda y decomisaron 16 armas de fuego con cargadores, explosivos, nueve coches, 14 motos, 41 radios portátiles, teléfonos celulares y un telescopio.
“No permitiremos la presencia en nuestro territorio de terroristas armados”, subrayó el ministro, mientras en las redes sociales se propagaban, a modo de vendetta, las imágenes del rostro cadavérico y ensangrentando del malhechor.
En manos de las autoridades, permanecen ahora lugartenientes y miembros de la banda desarticulada, como “Cabeza de Ajo”, “Orejón”, “Erizo”, “Pantera” y “El Menor”.
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