Sucesos
Eran investigados por varios hurtos los dos hermanos abatidos por el Cicpc
30 de enero de 2021
Los dos hombres que fueron dados de baja en horas de la tarde del pasado jueves en un sector del barrio 8 de Diciembre, durante un presunto enfrentamiento armado con efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, delegación municipal San Cristóbal, estaban siendo investigados por hurtos y robos cometidos en diversos lugares de San Cristóbal, particularmente en zona de Pueblo Nuevo, urbanización Los Naranjos y Cruz Roja, según lo expresaron voceros policiales.
Los funcionarios de la Brigada Contra Delitos a la Propiedad de la delegación municipal San Cristóbal, que comanda el comisario jefe Carlos Javier Luna, desarrollaban labores de inteligencia para dar con los sospechosos, conocidos como “Los Morochos”, a quienes lograron identificar a través de rastros, puesto que ambos presentaban registro policial por delitos contra la propiedad. Al enterarse que se encontraban en el barrio 8 de Diciembre, se trasladaron al lugar para tratar de ubicarlos, mediante despliegue que se extendió a sectores de los barrios Monseñor Ramírez y Táchira, donde indagaban sobre el paradero de los sospechosos, conocidos como los hermanos Carrillo.
Pasadas las cinco de la tarde del jueves, los investigadores que estaban en el barrio 8 de Diciembre localizaron a los dos hombres en el pasaje San Cristóbal y estos, al percatarse de la presencia policial, sacaron a relucir armas de fuego, las cuales accionaron contra la comisión, dando origen a una balacera que se prolongó hasta la zona boscosa, ubicada en la vereda tres, donde ambos hombres caen heridos, dijo uno de los funcionarios.
Los mismos detectives les prestaron auxilio y con la premura del caso los trasladan al Hospital Central, donde se informa sobre su fallecimiento, poco después de ser ingresados al area de Emergencia General.
Quedaron identificados como Wladimir Carrillo Colmenares, venezolano de 18 años de edad, y su hermano Edward David Carrillo Colmenares, de 20, conocidos como “Los Morochos”, quienes se encontraban investigados por delitos contra la propiedad.
Se dijo que la balacera causó alarma en el vecindario y la movilización, en calidad de refuerzo, de comisiones adscritas a la delegación municipal del Cicpc San Cristóbal. Las operaciones fueron dirigidas por el comisario Luna, que asumieron la custodia y seguridad en la zona donde ocurrió el incidente armado, puesto que allí quedaron dos armas de fuego: un revólver calibre 32, sin marca visible, y una pistola marca Llama, calibre 7.65, así como casquillos de bala de diferentes calibres, y objetos que fueron colectados como evidencia de interés criminalístico.
Efectivos de la Brigada Contra Homicidios también llegaron a la zona para asumir las investigaciones y luego se trasladaron al area de urgencias del Hospital Central, a fin de proceder al levantamiento de los fallecidos hermanos Carrillo Colmenares, que fueron llevados a la morgue para las respectivas autopsias.
Uno de los funcionarios dijo que los hermanos Carrillo Colmenares aparecen nombrados en al menos cuatro casos de hurto que están bajo investigación, y que se trabaja arduamente para establecer si hay otras personas vinculadas a los hechos, que fueron denunciados por las víctimas, en la sede del Cicpc, en la avenida Marginal del Torbes.
El enfrentamiento y la muerte de los dos hombres fueron notificados al Ministerio Público, que asumió la dirección de las pesquisas para verificar las circunstancias bajo las cuales ocurrieron los hechos.
Se comentó, por otra parte, que los ahora occisos serían los responsables de hurtos en residencias y establecimientos comerciales de la urbanización Los Naranjos y zona de la Cruz Roja, sectores que, según lo manifestado por los vecinos, se encontraban a merced de un grupo hamponil que tenía su centro de operaciones en el parque La Parada, a donde las comisiones detectivescas fueron en varias oportunidades, sin lograr dar con los delincuentes. Fue en ese sector donde surgió la pista que llevó a los investigadores hasta el barrio 8 de Diciembre, las cuales fueron obtenidas luego de hurto cometido en una farmacia de dicho sector.
Finalmente se supo que en el sitio donde se produjo la balacera, en zona boscosa, los ahora occisos mantenían un “cambuche”, una especie de campamento donde se escondían de las autoridades. El lugar estaba en una zona estratégica, desde donde mantenían un dominio visual que les permitía observar a lo lejos cualquier movimiento extraño. Es por eso que se percataron de la presencia policial e intentando sacar provecho del factor sorpresa, dispararon contra los funcionarios cuando se acercaban al lugar. En el “cambuche” donde ocurrió la balacera los detectives encontraron colchonetas y otros objetos, así como medicamentos que habían sido sustraídos de una farmacia ubicada en el sector Cruz Roja.
Armando Hernández