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24 de abril de 2024
Sucesos
Familiares trasladaron a Tienditas los cadáveres de dos jóvenes asesinados en el lado colombiano
9 de diciembre de 2019
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Las víctimas, un adolescente de 17 años de edad y un adulto de 28, fueron baleadas en el
sector de Tierra Blanca, supuestamente por miembros de grupos irregulares, según se estableció en las primeras investigaciones desarrolladas por funcionarios del Cicpc, subdelegación Ureña
Armando Hernández
Dos jóvenes de nacionalidad venezolana fueron asesinados a tiros, en horas de la noche del
sábado, en una trocha ubicada en territorio colombiano, y sus familiares, alertados por maleteros, se trasladaron hasta el sitio y procedieron al levantamiento de los cadáveres, que inmediatamente trasladaron al lado venezolano, concretamente hasta la parte baja de Tienditas, donde los mantuvieron, hasta que se hicieron presentes las autoridades policiales de Ureña para conocer del hecho.
Las víctimas fueron identificadas como Francisco Javier Moreno Navarro, venezolano de 17 años de edad, y Helman Enrique Parada Castro, de 28, ambos de nacionalidad venezolana, con residencia en la zona de Tienditas, que según se conoció, de manera extraoficial, trabajaban como obreros en las trochas, transportando mercancía hacia ambos lados de la frontera.
Voceros policiales manifestaron que a eso de las ocho y media de la noche fueron informados sobre el hallazgo de dos personas sin signos vitales en la entrada a la trocha conocida como “La Tabla”, que de Tienditas conduce al vecino país, y al llegar al sitio hallaron en la vía pública a las víctimas, que presentaban numerosos impactos de bala.
En entrevista con los lugareños, se supo que ambos jóvenes fueron asesinados por supuestos irregulares colombianos al pasar el río Táchira, en el sector conocido como Tierra Blanca, y cuando los familiares fueron informados, se trasladaron al sitio para traer los cuerpos al lado venezolano.
Funcionarios de la Base Contra Homicidios del Cicpc Ureña se encargaron del levantamiento de los fallecidos y el trasladado de los cuerpos a la morgue del Hospital Central de San Cristóbal para las autopsias de ley.
Según las primeras investigaciones, se presume que los dos obreros fueron asesinados por
integrantes de grupos irregulares que operan en el vecino país, a los cuales se les atribuye un alto número de homicidios cometidos en ambos lados de la frontera, entre ellos ciudadanos de nacionalidad venezolana, cuyos cadáveres han sido encontrados en las trochas que comunican a los dos países.
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