El pasado 8 de diciembre, Nahuel Agustín Gallo, gendarme argentino, fue detenido cuando intentaba cruzar por el puente Francisco de Paula Santander del municipio Pedro María Ureña, en Táchira, para llegar hasta Caracas, donde se reuniría con su esposa venezolana y su hija de dos años de edad.
El hombre fue detenido, y su familia y el Gobierno de Argentina comienzan con la búsqueda del joven de 27 años, buscando esclarecer lo ocurrido. El funcionario, que trabaja en el escuadrón de gendarmería de Uspallata entre Argentina y Chile, estaba de licencia ordinaria y regular para visitar a su pareja, Silvia Gómez, y su hija de dos años.
Gallo habría llegado a Cúcuta y se disponía a cruzar la frontera para pasar las fiestas navideñas, pero fue detenido y su familia desde entonces no ha sabido nada de él.
La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, dejó claro este domingo que Gallo habría sido trasladado al Helicoide, lo que le preocupaba mucho.
Este lunes, el ministro del Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, confirmó la detención del hombre, quien a su juicio «tenía una misión» que luego revelará. “Tú te metes en su Instagram y le da la vuelta al mundo, viaja por todo el mundo, pero su sueldo es de 500 dólares ¿Cómo lo logra? ¿Qué venía a hacer a Venezuela? ¿Cuál era su tarea en Venezuela? Eso no lo dicen”, afirmó Cabello durante una rueda de prensa del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), transmitida por el canal estatal VTV.
La mamá del gendarme argentino detenido en Venezuela, Griselda Heredia, habló este lunes 16 de diciembre en un medio argentino y aseguró que Nahuel Gallo “no cumplía ninguna misión para la Argentina”, en referencia a las declaraciones del ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello.
“Él no cumplía ninguna misión para la Argentina. Se iba de vacaciones para estar con su bebé. Al contrario, viajaba con el permiso de la Gendarmería”, explicó Griselda en un audio.
“Era la primera vez que iba a visitar a su hijo, que tiene un año y once meses. Su novia está en Venezuela hace siete meses”, continuó.
Y agregó: “No hay nada para sospechar que Nahuel fuera un infiltrado. El cumplía su labor todo el año en Uspallata, Mendoza. Tomó sus vacaciones porque además de ver a su hijo, quería conocer las playas de Venezuela”, según se reseña en diversos portales informativos. /JS