Este martes en horas de la tarde, fue encontrado muerto el padre Jesús Manuel Rondón Molina en Rubio, municipio Junín. Los cuerpos de seguridad se encuentran en el levantamiento del cádaver para iniciar las investigaciones y conocer las causas de la muerte.

A casi una semana de su desaparición, el paradero del presbítero Jesús Manuel Rondón Molina, de 47 años de edad, este martes seguía siendo un misterio que tenía en desconcierto a su familia, su entorno, feligresía y a la Iglesia tachirense en general, por cuanto él no acostumbra ausentarse por tanto tiempo, sin previo aviso.

Rondón, nativo de San Juan de Colón, presbítero de la Diócesis San Cristóbal y guía espiritual de las monjas del monasterio Carmelitas Descalzas, en Rubio, vía a Bramón, municipio Junín, vivía cerca de este claustro, en una habitación, en la cual al ser revisada no se detectó ningún tipo de desorden que haga pensar que pudo haber sido víctima de un robo o de una intrusión.

La denuncia por desaparición la manejó el Cicpc, cuyos funcionarios tratan de verificar varias hipótesis, entre ellas que lo vieron salir del inmueble y abordar un vehículo con varios ocupantes, en el que partieron con rumbo desconocido.

La familia de Rondón Molina también perdió todo contacto con él, incluso no ha ido a buscar su vehículo, que lo guarda en casa de sus parientes.

Tampoco caían las llamadas a su teléfono celular, aparece apagado.

La alerta por la desaparición la dieron las mismas monjitas del monasterio, una vez se extrañaron que el padre no acudió a celebrar la eucaristía, por lo que, preocupadas, dieron aviso a la Curia Diocesana y fue este lunes cuando se hizo pública su desaparición.

Miriam Bustos