Otro joven tachirense, oriundo de San Cristóbal, fue hallado brutalmente asesinado en la casa en la que residía, en Medellín, Colombia.
Sahmir Javier González Sarmiento, de 23 años de edad, tenía su residencia en el barrio Las Flores. Había cursado la carrera de Enfermería en el Instituto Universitario Gran Colombia –IUGC-, en la capital tachirense, y aunque se desconoce si logró culminarla, migró al vecino país en busca de mejoras económicas.
Había alquilado un espacio en el barrio Laureles Las Acacias, de la capital antioqueña, donde su pareja – de acuerdo a la prensa colombiana- hizo el hallazgo de su cadáver, el 15 de febrero.
Además de las lesiones superficiales que tenía, también estaba atado de pies y manos. Habría sido estrangulado, de acuerdo a los exámenes preliminares.
Hasta el momento no está claro el móvil del homicidio, pero se maneja que fue estrangulado, luego de ser golpeado. También le apreciaron una herida por arma blanca.
Según el portal neogranadino SomosFan.com, conocidos de la víctima habrían manifestado que Sahmir “se dedicaba al servicio de acompañante y sus clientes lo contactaban vía aplicativo. La tarde del crimen habría estado ejerciendo ese trabajo”.
Por ello, “algunos de sus más cercanos consideran que el crimen pudo haber sido ejecutado por personas con las que hizo algún tipo de contacto por la app y las llevó a su casa”.
Las autoridades policiales y judiciales de Medellín no han emitido ninguna información adicional, a pesar de que ya pasó más de una semana.
Por su parte, BluRadio, al mencionar este hecho, agregó que, en menos de 48 horas, aparte del crimen del venezolano, un australiano también había sido agredido, y ambos casos tendrían varios elementos en común.
“En Medellín, la policía investiga dos ataques contra extranjeros que causaron la muerte de uno y graves heridas a otro. Si bien ocurrieron en lugares diferentes, coinciden el tipo de lesiones y las características de los presuntos responsables”, publicó.
En relación al caso de Sahmir, dijo que “su compañero sentimental, luego de no saber nada de él por más de 12 horas, llegó a buscarlo en la mañana al apartamento, al que habían llegado a vivir hace un par de semanas”.
“Lo encontró en la habitación y vio que tenía manos y pies atados, una sábana rodeaba su cuello y tenía una herida leve de arma blanca. Pero este no es el único caso con modus operandi similar. Horas antes, en un hotel cercano, en el barrio San Joaquín, la policía auxilió a un australiano, a quien también habían amarrado de pies y manos y tenía una sábana con cordones en el cuello. Además, habrían abusado de él con un palo, por lo que sigue bajo observación médica y con pronóstico reservado”, explicó.
El coronel Rolfy Jiménez, subcomandante de la Policía Metropolitana, contó que, de acuerdo con las indagaciones preliminares, tanto el venezolano como el australiano habrían contactado servicios sexuales a través de plataformas digitales.
“Es una particular actividad que se lleva acá en Medellín; ya todos la conocen, pero no siempre termina de la manera en que los ciudadanos quieren”, agregó Jiménez.
Esto, según el coronel, se respalda en que las cámaras de seguridad de los dos sitios registraron que, antes de los hallazgos, salieron hombres de las respectivas habitaciones.
En ambos casos -señaló-, coincide que a las víctimas les robaron elementos de valor y que, según la información de testigos, los hombres identificados en cada lugar tienen rasgos similares, por lo que se cree que serían los responsables de los dos ataques. (MB)