Sucesos

Por cometer hurto en planteles educacionales Cicpc detiene a dos sujetos en condición de calle

9 de diciembre de 2020

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Una banda que se dedicaba a cometer hurtos en unidades educacionales, a donde ingresaba aprovechándose de la poca o nula vigilancia ejercida durante las noches, fue desmantelada por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, que lograron la aprehensión de dos sujetos y la recuperación de computadoras portátiles, una de ellas propiedad del Consejo Nacional Electoral, que fue sustraída de un centro de votación ubicado en la zona de La Concordia.

El comisario general Wílmer Uribe Guerrero, director del Cicpc-Táchira, dijo que las investigaciones se encontraban en desarrollo desde hace varios días, de manera particular por la sustracción, en horas nocturnas, de equipos de computación de varios planteles de San Cristóbal, a lo cual se sumó una nueva denuncia por el hurto de un equipo instalado en el Liceo Nacional Bolivariano La Concordia, de donde sustrajeron una computadora portátil.

Se supo, por otra parte, que las primeras sospechas recayeron sobre el personal militar encargado de custodiar este plantel de educación, que funcionaría como centro de votación para las elecciones parlamentarias del pasado domingo. Los detectives de la Brigada Contra Hurtos, que se presentaron en el lugar para el inicio de las investigaciones, rápidamente descartaron la participación de los militares, debido al modus operandi.

Ya el día jueves, 11 de noviembre, en horas de la madrugada, sujetos desconocidos habían ingresado al referido plantel, ubicado en la prolongación de la avenida García de Hevia con calle 6 de La Concordia, de donde sustrajeron algunos equipos y objetos de valor. Estos sujetos se aprovechaban que los planteles quedaban solos para ingresar durante las noches y madrugadas, amparados por la oscuridad, mediante un modus operandi que ya había sido detectado en hurtos cometidos en otros establecimientos educacionales de la ciudad.

En esa oportunidad, cuando robaron la computadora del centro de votación, dejaron una cantidad de pistas que no pasaron desapercibidas para los funcionarios adscritos a la Brigada Contra Hurtos, de la delegación municipal San Cristóbal que comanda el comisario jefe Carlos Javier Luna.

Los pesquisidores desarrollaron labores de inteligencia policial y de investigaciones de campo que les permitieron obtener registros fílmicos y ubicar a varios testigos que aportaron información de importancia. Las pistas llevaron a los investigadores hasta el sector de Plaza Venezuela, en La Concordia, a escasas tres cuadras de donde ocurrió el hurto, debido a que se había observado a varios sujetos ofrecer equipos de computación, situación que llamó la atención, por cuanto se trata de un sector frecuentado por personas en situación de calle y bebedores consuetudinarios que han generado con anterioridad situaciones al margen de la ley, incluyendo uno o dos homicidios.

J.J. Rodríguez, apodado el Mugre. (Fotos: Prensa Cicpc – Táchira)

Los detectives lograron identificar a los sospechosos, que rápidamente fueron ubicados y detenidos. Uno de ellos tenía en su poder uno de los equipos hurtados con anterioridad, que fue recuperado. Luego se encontraron otros objetos. Los sospechosos fueron identificados como J. J. Rodríguez, venezolano de 36 años de edad, conocido con el apodo de Cabezón, y P. M. Colina Rodríguez, de 29, apodado el Mugre, ambos en condición de calle. Quedaron detenidos a órdenes de la Fiscalía de Flagrancia del Ministerio Público.

P. M. Colina Rodríguez, uno de los detenidos.

Pese a que los funcionarios no revelaron mayores detalles, se supo que los dos sospechosos formaban parte de una banda que mediante la habilidad y destreza, utilizando herramientas e instrumentos mecánicos, lograban ingresar a los edificios escolares para cometer los hechos delictivos. El comisario Uribe se abstuvo de revelar otros detalles, pero se supo que se está trabajando en la ubicación de otros integrantes de la banda, así como de los individuos que les compraban los objetos robados, que serán pasados a fiscalía por aprovechamiento de bienes provenientes del delito. Los compradores se aprovechaban de la condición de los vendedores, personas prácticamente en la indigencia y situación de calle, para adquirir los objetos hurtados a muy bajo precio, pagándoles en algunas oportunidades con poco dinero o botellas de licor, para luego obtener ganancias de importancia con la comercialización de estos objetos en el mercado negro.

Armando Hernández