Los reos de los calabozos del Cicpc temen que los llamados “comegente” valencianos puedan en cualquier momento atacarlos y “merendarlos”, no quieren correr la misma suerte que el joven de la parroquia rural Negro Primero, de Valencia, y por ello solicitaron que los cuatro “caníbales” fueran aislados en otras celdas del Cicpc.

El crimen que cometieron contra un adolescente de 15 años, al que mataron por una deuda de 500 mil bolívares lo cocinaron y comieron parte del cadáver, corrió como pólvora en todo el país, hasta llegar incluso a oídos de los privados de libertad del Cicpc, donde también fueron recluidos el viernes los cuatro indiciados.

La víctima, Yerson Eladio Aponte Sequera, fue asesinada por sus propios vecinos, dos mujeres, un adolescente y el padre de este, en el sector El Muerto de la parroquia Negro Primero, al sur de Valencia, luego de una discusión por Bs. 500.000, el pasado miércoles.

Se conoció que Aponte recibió un golpe en la cabeza con un tubo y posteriormente fue trasladado a una residencia, donde lo desmembraron, apartaron las partes del cuerpo con mayor cantidad de carne para asarlas en una fogata y luego comieron.
Vecinos y parientes de Aponte dieron con los sospechosos del crimen, los cuales confesaron el hecho.

Familiares de la víctima indicaron que los huesos de Yerson fueron enterrados en una fosa cercana a una quebrada.

Aponte, quien se dedicaba a la agricultura, estaba desaparecido desde el pasado miércoles, pero no fue sino hasta el viernes cuando, tras la detención de los homicidas, la Policía Científica halló sus restos. (MB)