Un joven venezolano, de 19 años de edad, sindicado de efectuar muertes por encargo para el grupo paramilitar “La Línea”, fue capturado por el Cicpc y la Guardia Nacional, en Ureña.
A Jackson B., a quien le incautaron una pistola y la motocicleta en que se movilizaba, lo conocen con el alias de Gatillo y lo señalan de ser un sicario al servicio del jefe paramilitar el Paisa, cabecilla del Bloque Urabeño y La Línea, que opera en la frontera de San Antonio del Táchira y Ureña con el Norte de Santander.
Al momento de ser aprehendido, Jackson se encontraba con otro hombre, al que llaman el Enano (quien logró darse a la fuga), en las adyacencias de una estación de servicio de Ureña. La comisión mixta presumió que, por la actitud sospechosa que mostraban, el posible propósito que tenían era el de perpetrar un homicidio, por lo que optaron por intervenirlos.Sin embargo, una vez les dieron la voz de alto y los sospechosos se vieron descubiertos, desacataron la orden y emprendieron la huida.
De inmediato los funcionarios iniciaron la persecución, logrando alcanzarlos cerca a la entrada del barrio El Caney, donde el Enano descendió de la motocicleta y continuó la huida a pie, en dirección al vecino país. Se especuló que el objetivo que tenían, al momento de ser avistados por los uniformados era darle muerte a un comerciante de la población.
Al detenido no solo lo sindican de ser sicario, sino de ser el principal “gatillero” de la organización delictiva que lidera el Paisa, que estaría asesinando a comerciantes de Ureña que se niegan a pagarle la “vacuna” o la cuota extorsiva que le cobran al gremio para permitirle trabajar.
A Gatillo le estarían endosando al menos dos de los recientes homicidios perpetrados en Ureña, los de Luis Enrique Vivas Polonia y Leandro Alberto López Charrupi.
“Despliegue permanente”
Por otra parte, el protector del Táchira, Freddy Bernal, informó el sábado que policías, organismos de inteligencia y Fuerza Armada estarán desplegados de forma «permanente» en la frontera con Colombia.
«Ejerciendo esta frontera de paz, hay un despliegue permanente. No solamente puntos de control, sino patrullaje y acciones contundentes contra el hampa común y grupos criminales que pretenden generar zozobra», dijo.
Bernal señaló que, a su juicio, estos grupos irregulares actúan «amparados por la Policía de Colombia y el Ejército de Colombia».
También reiteró que quieren llenar el área limítrofe “de miedo y terror”, pero aseguró que no permitirán que bandas paramilitares les roben la tranquilidad a los habitantes de San Antonio y Ureña. «El Táchira no será nunca un territorio paramilitar, ni un territorio para un ataque norteamericano», aseguró. (MB)